El abogado de Cayetano Rivera, sobre el golpe: «Las consecuencias jurídicas son distintas»

Cayetano Rivera ha recuperado cierta normalidad en su día a día después del incidente que vivió el domingo. En la madrugada del 9 de noviembre trascendió que el torero y empresario había sufrido un accidente cuando regresaba a su casa en Sevilla. Conducía su furgoneta azul hacia la urbanización donde tiene su domicilio cuando «se despistó» y entró en el jardín central de una rotonda. Se empotró contra una palmera que había plantada allí, una colisión que dejó el vehículo en un estado visiblemente grave. Afortunadamente, el sevillano ha salido ileso de este suceso pero a nivel público todavía sufre las consecuencias de su conducción.

La Policía sigue investigando cómo se sucedieron los eventos aquella noche y, mientras hacen público el atestado, el abogado del torero está dando pistas del proceso de defensa posterior. Joaquín Moeckel ha recorrido los medios de mayor audiencia de España tratando de desgranar la información que ya se tiene del accidente y de su cliente. Su palabra es clave para frenar algunas teorías que han recorrido la prensa en las últimas horas, como que Cayetano había consumido alcohol o que se dio a la fuga después del golpe. Su última intervención ha sido en Espejo público.

Joaquín Moeckel defiende a Cayetano Rivera

Moeckel ha insistido en dos claves del caso en el programa de Susanna Griso. La primera aclaración que ha querido hacer ha sido en relación a la negación de Cayetano Rivera de hacerse un test de alcoholemia. Moeckel recuerda que, de forma general, esta negativa supondría un «delito de desobediencia», pero que su cliente no cumple los requisitos. «Si cuando se le ha ofrecido el señor está absolutamente ido las consecuencias jurídicas son distintas», ha informado. El abogado ha defendido que para que sea desobediencia tendría que estar «en perfecto estado psicofísico para contestar», sin aturdimiento. También ha insistido en que esta salvedad «la decide el magistrado juez, ni yo, ni el Ayuntamiento de Alcalá, ni el vecino».

Una reportera de Espejo público ha dado más detalles del caso que ha conocido a través de la Policía. «Hemos tenido acceso precisamente a ese informe de los hechos acontecidos por parte de la Policía local de Alcalá de Guadaira», ha dicho. En este se cuenta que, tras el golpe, Cayetano se fue a su casa, a escasos 100 metros de la rotonda. «Cuando se personan los agentes en el domicilio de Cayetano le comunican la obligación de someterse a las pruebas de alcoholemia debido a que, según los testimonios recabados, él era el conductor de la furgoneta. A lo que se niega en reiteradas ocasiones», dice el informe.

«Signos evidentes y relevantes de embriaguez»

Las autoridades también le informaron de que el resultado de la prueba conllevaría una «posible comisión de un delito contra la seguridad vial, informándosele que se le instruirán las diligencias permanentes correspondientes». «Nosotros aquí hemos podido hablar con testigos presenciales del accidente y ellos nos aseguran que presentaba signos evidentes y relevantes de embriaguez», ha dicho la reportera. El abogado de Cayetano Rivera ha respondido a esta frase agradeciendo que «afortunadamente los juicios son más serios que apreciaciones vecinales», rechazando la versión de los testigos presenciales del accidente.

Joaquín Moeckel ya ha aclarado otros puntos de los hechos en El mundo, como el desarrollo del golpe: «Cayetano se pone a rebuscar en el coche el mando automático para abrir la valla, y se despista. Y cuando se da cuenta, ya está encima y se mete de lleno en la rotonda». Tras el fuerte choque, Cayetano se bajó del coche por su propio pie y se quedó un rato junto a su vehículo, con una chaqueta colgada del brazo, según puede verse en alguna de las imágenes que circulan por Internet, antes de irse a su domicilio. «Eso no lo hace nadie que se vaya a fugar. Les dijo que, como vive al lado, y como gracias a Dios no había daños personales a nadie, se iba a ir a su casa, y que si venía la Policía o alguien, que les dijeran dónde estaba. Una persona que se quiere dar la fuga, no se va a su casa», defendió el letrado.

«Esto tiene poca historia»

«Lo que diga la Policía no es que sea verdad o mentira. Ellos dirán lo que digan, pero mi cliente estaba en un estado de aturdimiento que le era imposible enterarse. ¿No está de moda la palabra ‘me consta’? Pues a Cayetano no le consta, ya está. Porque su estado de aturdimiento era tal que era imposible que se diera cuenta. Conscientemente no se ha negado a hacerse el test de alcoholemia», ha continuado explicando al medio citado. También ha planteado la posibilidad de que le fallaran los frenos. «Esto tiene poca historia. Y me imagino que quedará en nada», ha adelantado Moeckel.