Friedrich Merz celebra su 70 cumpleaños como canciller, marido y abuelo con un paseo en avión
El mandatario alemán y su mujer, Charlotte Gass, cenaron juntos y escucharon en concierto a la Filarmónica de Berlín

Friedrich Merz, el actual canciller de Alemania, junto con sus compañeros del partido CDU/CSU en el día de su 70 cumpleaños. | | Europa Press
Estos días hemos visto a los políticos mostrando su lado más divertido: desde Pedro Sánchez abriéndose una cuenta en TikTok hasta Friedrich Merz comentando su cumpleaños en Instagram. Son dos ejemplos, pero cada uno en su contexto refleja esta moda de construir una narrativa cercana y familiar. El último caso es el canciller alemán, que este martes ha celebrado sus 70 años y se ha convertido en el hombre en el cargo más longevo del país. Recordemos que el de ayer ha sido su primer cumpleaños en la cancillería, porque llegó a la cancillería el pasado mes de mayo, sustituyendo a Olaf Scholz.
Merz ha recibido una felicitación muy especial de sus compañeros de gabinete. Todos los curiosos lo han podido ver en su perfil en Instagram, donde se ha subido un vídeo suyo reaccionando a los mensajes de cariño de sus ministros. Entre todos ellos le han hecho llegar una recopilación de anécdotas -que le gusta la CocaCola Zero-, piropos –«Te ves más joven que nunca»– y una versión acapella del ‘cumpleaños feliz’. El cumpleañero les ha respondido mirando a cámara con el mismo afecto: «Esto es una gran alegría, muchas gracias a todos los compañeros del gabinete federal. Con esto me dais una gran alegría y sólo puedo decir: es un placer trabajar en este gabinete. Gracias por sus amables deseos».
La fiesta improvisada de Friedrich Merz
La prensa ha podido conocer más detalles de cómo ha vivido estos días de celebración, en el trabajo y en su hogar. Rosalía Sánchez, corresponsal de ABC en Berlín, ha revelado que el mismo día de su cumpleaños tenía previsto viajar a Colombia, a la IV Cumbre de la Unión Europea y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños. A última hora el evento quedó cancelado y Merz pudo quedarse en casa y celebrar su gran día con los suyos, eso sí, de forma improvisada. Su mano derecha, Jens Spahn, organizó una recepción en Berlín con 300 invitados de todas las familias políticas del CDU -siglas del partido Unión Demócrata Cristiana-. Asistieron presidentes regionales, personalidades de la economía y la cultura, además de miembros de todos los grupos parlamentarios excepto la extrema derecha de AfD. Sus compañeros le regalaron tres corbatas de colores y dos ramos de flores.
Había anunciado que trataría la fecha de su cumpleaños como un «día de trabajo normal». A sus 70 años sigue trabajando y dedicando 16 horas diarias a la vida pública. Duerme 6 horas cada día, explica la periodista. Durante la recepción, en un contexto informal y medio en broma, un miembro del Partido Socialdemócrata intentó provocar al canciller sugiriendo un debate sobre el «relevo generacional». Merz parafraseó a Ronald Reagan, que a la edad de 73 años declaró: «No haré de la vejez el tema de esta campaña electoral; no me aprovecharé de la juventud y la inexperiencia de mi oponente con fines políticos».
Su faceta familiar y campestre
Su condición física le permite seguir este ritmo y cuidar sus otras facetas de la vida. Monta en bicicleta, juega al golf y trata de llevar una dieta saludable. «Ya prácticamente no bebo alcohol», ha asegurado. Entre semana atiene sus compromisos en la capital alemana o en otras partes del mundo, pero una vez cumple con su agenda, regresa a su hogar en Sauerland, al oeste del país. Está muy unido a esta tierra, de la que ha hablado maravillas en sus redes sociales: «Este es mi hogar, cuido las cosas aquí y seguiré manteniendo el contacto con la gente, pero también con nuestra maravillosa naturaleza», aseguró en una publicación reciente.
Friedrich Merz vive en Arnsberg con su mujer y la familia que han formado. Es destacable que se le ha puesto su nombre a la calle que lleva hasta su casa: «Zur Friedrichshöhe», que podría traducirse como «Al alto de Friedrich».. Tiene una segunda vivienda en Gmund, ubicada en la orilla norte del lago Tegernsee, en un pueblo de unos 6.000 habitantes en el que disfruta del silencio y la calma. Su compañera en todos estos paisajes es su mujer, Charlotte Gass, que ejerce como jueza desde 1994 en el Tribunal Administrativo de Arnsberg. Friedrich Merz y su esposa dedicaron la noche del domingo a festejar el cumpleaños del canciller como matrimonio. Asistieron a un concierto de la Filarmónica en Berlín y cenaron por el centro.
Abuelo de siete pequeños
El martes por la noche, después de cumplir su agenda oficial, ha disfrutado de su cumpleaños con más familiares. Se dice de Merz que es un hombre de familia y, como tal, estuvo acompañado de sus tres hijos y sus siete nietos. Aunque se sabe que compartió con ellos esta velada, el propio Merz apenas habla del plano íntimo de su familia. Cuida cada una de sus palabras para no desvelar detalles que les pongan en el ojo público, como pueden ser los estudios de los pequeños.
El canciller había expresado de antemano su negativa a recibir regalos en su cumpleaños. Ha animado a los más insistentes a hacerlos a su fundación homónima. La Fundación Friedrich y Charlotte Merz tiene como objetivo mejorar la educación en el área urbana de Arnsberg, con becas para estudiantes de familias socialmente desfavorecidas, donaciones para material didáctico, bibliotecas y viajes educativos.
Para terminar el día de su cumpleaños, Friedrich Merz hizo una de las actividades que más le gustan: sacar a pasear su avión privado. El canciller siente debilidad por los aviones desde la infancia, aunque no pudo llevar una nave hasta los 53 años, bajo la amenaza cariñosa de su esposa. Siempre había llevado con mucha discreción esta faceta hasta que acudió en uno de sus dos aviones privados y pilotado personalmente a la boda del exministro de Finanzas Christian Lindner y la presentadora de televisión Franca Lehfeld, en la exclusiva isla de Sylt, colindante con Dinamarca. En su día a día enseña esta parte de él a través de sus corbatas, que llevan estampados y motivos aéreos.
