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Lucía Méndez, más allá de la periodista: de su relación con Vicente Vallés a la España vaciada

La periodista participa, esta noche, en ‘En primicia’, el programa De Lara Siscar en La 2

Lucía Méndez, más allá de la periodista: de su relación con Vicente Vallés a la España vaciada

Lucía Méndez, en una imagen de archivo. | Gtres

Lucía Méndez es una de las periodistas más conocidas de nuestro país. La experta en comunicación es la protagonista, esta noche, de En primicia, el programa de Lara Siscar que recoge la vida y obra de los referentes de nuestro país dentro del Periodismo. «Como cronista, ha presenciado los principales acontecimientos políticos de las últimas décadas. Desde los primeros casos de corrupción que salpicaron al gobierno de Felipe González o la victoria electoral del PP en 1996, a la carrera por la sucesión de Aznar y el auge de los populismos y la desinformación», explican desde la web de RTVE.

Además, la periodista hará un recorrido por su pueblo, Palacios de Sanabria, en Zamora, «punto negro de la España vaciada, lo dejó siendo una niña para ir a un internado de monjas y después a la facultad de Periodismo. Sus padres, un camionero y una labradora, no querían aquella vida para Lucía». «En este capítulo de En primicia, Lucía Méndez revisa su paso por la Secretaría de Estado de Comunicación, donde trabajó con Miguel Ángel Rodríguez y convivió con Ana Botella; desvela cómo el dolor transformó su forma de hacer periodismo; regresa al hogar familiar; y se reencuentra, diez años después de trabajar juntos, con el hombre al que sigue llamando ‘jefe’: Pedro J. Ramírez», apuntan desde el mencionado portal.

La vida de Lucía Méndez en la España vaciada

Lucía Méndez Prada nació en 1960 en el municipio de Palacios de Sanabria (Zamora, España). Proviene de un entorno rural; sus padres tenían oficios humildes —su padre era camionero y su madre, labradora— y ella misma ha reivindicado su origen «de pueblo». Estudió Ciencias de la Información (Periodismo) en la Universidad Complutense de Madrid, formación que le permitió dar el salto al periodismo profesional. Este contexto le marcó tanto personal como profesionalmente: la sensación de haber sido «la primera» en su familia que accedía a estudios superiores y la determinación de aprovechar esa oportunidad.

Los primeros pasos de Lucía Méndez en el periodismo los dio en el ámbito local y regional. Trabajó en medios como El Correo de Zamora, El Norte de Castilla, y en radio con la Cadena SER. Más adelante, se incorporó al diario Diario 16, donde adquirió experiencia en prensa escrita nacional. Estos años le permitieron conocer «la calle», la política local y la transición hacia el ámbito nacional, consolidando su perfil como periodista politizada, analista y con ambición de entender el poder desde la fuente.

Su paso por ‘El Mundo’

En 1989 formó parte del equipo fundador del diario El Mundo, uno de los hitos de su trayectoria. Allí ejerció como corresponsal parlamentaria hasta 1996, lo que la situó en un puesto clave para cubrir la política española, los debates legislativos y los entramados del poder. Con la llegada del gobierno de José María Aznar en 1996, Méndez dio un salto al ámbito institucional; se incorporó a la Secretaría de Estado de Comunicación, cargo que ocupó hasta 1998. Esta experiencia le proporcionó una perspectiva diferente; no solo informar desde fuera del poder, sino también comprender su funcionamiento desde dentro, lo que después nutriría su análisis crítico.

Lucía Méndez, en una imagen de archivo. | Gtres

Tras su paso por la Secretaría, regresó a El Mundo, donde fue nombrada redactora jefa de Opinión, puesto de relevancia que le dio visibilidad editorial y responsabilidad sobre la línea de opinión del periódico. Desde allí, ha sido columnista, analista política, colaboradora habitual en radio y televisión —como tertulias y debates— y ponente sobre medios y poder. Su voz es reconocida en el ámbito del periodismo parlamentario y de opinión en España. Por ejemplo, en una entrevista al recibir el premio ‘Josefina Carabias’, afirmó que «hacen falta menos redes sociales y más reflexión» en el periodismo.

A lo largo de su carrera, Méndez ha sido galardonada con varios premios. Entre ellos, el primer Premio Premio Josefina Carabias de periodismo parlamentario en 2018, otorgado por el Congreso de los Diputados. En 2022 recibió el VII Premio de Periodismo de Opinión ‘Raúl del Pozo’ y en 2025 se le concedió el II Premio Luis María Rivas de Periodismo de Proximidad. Estos reconocimientos validan tanto su experiencia como su impacto en el ámbito del periodismo político y de análisis en España. En cuanto a su vida sentimental y familiar, se sabe que Lucía Méndez estuvo casada con el también periodista Vicente Vallés. De esa unión nacieron dos hijos: una hija llamada Laura —nacida en 1991— y un hijo llamado Diego —nacido en 1997—. Su matrimonio terminó en divorcio, lo cual la propia Lucía ha descrito como uno de los acontecimientos más traumáticos de su vida: «Me costó mucho sufrimiento», dijo en una entrevista. 

Divorciada de Vicente Vallés y con dos hijos

En su vida personal ha tenido que afrontar también retos relacionados con la salud. En una entrevista concedida a medios, una compañera de profesión destacó la «fortaleza mental y física» con la que Lucía Méndez afrontó un tratamiento de enfermedad grave en años previos, algo que se ha llevado con mucha discreción. Este episodio se entiende como parte de su perfil: una persona que combina vida profesional exigente con situaciones personales que le han exigido coraje y resistencia.

Ángeles Blanco y Vicente Vallés, en una imagen de archivo. | Gtres

Lucía Méndez mantiene una fuerte conexión con sus orígenes. En diversas ocasiones ha declarado que nunca olvida de dónde viene, que su infancia en una zona rural de Zamora le marcó profundamente y que esa experiencia alimenta su compromiso periodístico con temas de desigualdad territorial, «España vaciada» y la periferia frente al poder centralizado. También ha dicho que su primer internado, su paso por la universidad en Madrid y la transición del pueblo al mundo urbano le permitieron desarrollar una mirada crítica distinta sobre la realidad social y mediática.

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