Las cuatro hijas discretas de Judith Mascó: María sigue a Rosalía y Clara estudia en Canadá
María, Paula, Romitha y Clara han elegido carreras muy distintas entre sí y más discretas que la de su madre

Judith Mascó y Eduardo Vicente con sus hijas mayores, María y Paula, en una imagen de 2012. | | Europa Press
Judith Mascó es, entre muchas otras cosas, una madre entregada. Ha tenido la suerte de formar una familia numerosa y unida junto a su marido, el abogado Eduardo Vicente. Pasaron por el altar en 1993 y, desde entonces, compaginaron sus ajetreadas carreras profesionales con la aventura de la paternidad. El matrimonio ha tenido cuatro hijas que, viendo el año de la boda, se intuye que son parte de la generación Z. Se llaman María, Paula, Romitha y Clara cada una a su estilo han heredado el empeño de la supermodelo.
Aunque podrían haber seguido sus pasos en el mundo de la moda, cada una ha elegido su propio camino profesional, con perfiles muy distintos entre sí. María se dedica al arte plástico, Paula ha iniciado una prometedora carrera como actriz, Romitha estudia diseño de interiores y Clara es la única que ha apostado por la rama de ciencias. Todas comparten un mismo punto de vista que ha sido inculcado por sus padres: libertad para decidir su futuro basada en su propios méritos y en su esfuerzo.
Las cuatro hijas de Judith Mascó
El interés por las hijas de la supermodelo se debe a que María, la mayor, ha dado un paso al frente en la crónica social. El pasado 6 de noviembre decidió acompañar a su madre a la presentación del disco de Rosalía, Lux, en Barcelona. Este plan en la sala Oval del Museu Nacional de Catalunya ayudó a que la joven se diera más a conocer, a través de sus gustos musicales y su admiración por la cantante catalana. Pero se saben más cosas de ella, como que intentó seguir los pasos de su madre en el modelaje pero se dio cuenta de que lo suyo era otro tipo de formato artístico.
«Hizo cuatro o cinco cosas, muy bonitas, buenos trabajos. Pero ella no lo sentía como propio, ella supo que eso le venía dado por ser ‘la hija de’ y eso no satisface a nadie. A mí tampoco. No se sentía feliz haciéndolo, con lo cual, aunque hubiera podido valer por características físicas, esta profesión tiene que gustarte de verdad», explicó Judith Mascó sobre María en una entrevista a Lecturas. La mayor de las cuatro hermanas ha elegido centrarse en las artes plásticas y el diseño gráfico. Ha firmado sus obras con el seudónimo artístico ‘Fräulein Maria’, como el carismático personaje de Julie Andrews en Sonrisas y lágrimas. Su estilo fusiona diseño, ilustración, fotografía y escritura y ya ha sido expuesto en galerías locales.
Paula, la única actriz de la familia
En esa misma conversación, la modelo también explicó a qué se dedican sus tres hijas menores: «Mi hija segunda es actriz, aunque estudió Humanidades. La tercera estudia Diseño. Y la pequeña es la única que nos ha salido de ciencias». Todas ellas tienen en común que llevan sus carreras de una forma muy discreta, aprendiendo de la experiencia con la fama de su madre. «Mi marido y yo hemos sido una piña y las hemos mantenido fuera de los focos para que llevasen una vida lo más normal posible», insistió la modelo de 56 años.
La segunda hija del matrimonio, Paula Vicente Mascó, ha apostado desde el principio por el cine y la interpretación. Se ha formado en escuelas teatrales y desde muy joven ha conseguido papeles en proyectos de éxito, como Skam España. Ha trabajado de modelo para marcas de belleza, siguiendo la línea estética de Judith Mascó. Es una joven activa en las redes sociales, tiene 5 mil seguidores en Instagram y aprovecha su perfil para alzar la voz por causas sociales. También es habitual verla compartir contenido relacionado con sus ensayos, rodajes o de su día a día junto a su novio Lluis, con quien se deja ver de vez en cuando.
Romitha y Clara, las más técnicas
Romitha, la tercera hija del matrimonio, fue adoptada en Haití en el año 2003. Con 23 años, Romitha está inmersa en su carrera como diseñadora de interiores. Sigue estudiando en la Escuela Superior de Arte y Diseño de Barcelona y mostrando interés por la rama de diseño de interiores, mobiliario y la integración de la sostenibilidad en la arquitectura. A diferencia de sus hermanas mayores, Romitha mantiene un perfil algo más discreto y privado en la red. Tiene su perfil público pero ya casi no cuelga fotografías de ella misma. Entre sus aficiones destacan la danza africana y la percusión en batucadas. Tal y como informan otros medios, uno de sus objetivos es participar en proyectos internacionales, por el momento su formación profesional está centrada en Cataluña.
La única científica de la familia es la hermana pequeña, Clara, que acaba de empezar su etapa universitaria. Hace unos meses se aventuró a posar junto a su madre para una campaña por el día de la madre, pero este proyecto parece un caso aislado en su currículum. También ha tenido un trabajo temporal como camarera, cuando los estudios le han permitido regresar a España. Ha estudiado el bachillerato internacional en Canadá y se ha quedado por allí a vivir para continuar su formación superior. El país le ha llamado la atención por su riqueza académica en las ciencias de la salud, en concreto la biotecnología, y por la posibilidad de llevar una vida anónima e independiente, lejos de la presión mediática que puede sufrir en España.
