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Los retoques de Silvia Intxaurrondo, analizados por una experta en estética

Se ha convertido en un referente televisivo. Una experta en estética revela qué podría haberse retocado

Los retoques de Silvia Intxaurrondo, analizados por una experta en estética

Silvia Intxaurrondo | Gtres

Silvia Intxaurrondo es una de las presentadoras que más da que hablar. Actualmente conduce el informativo matinal La hora de la 1 en RTVE. Su rostro lo conoce ya medio país, pero ¿qué hay detrás? Según la esteticista Marta García, fundadora de los centros que llevan su nombre en Oviedo, la periodista parece apostar por un cuidado constante y prudente, dejando de lado cualquier intervención que pueda modificar su gestualidad o su forma natural.

«Procedimientos no invasivos»

La experta en estética señala que Intxaurrondo, de 45 años, muestra arrugas dinámicas en zonas como la frente, el entrecejo, el contorno de los ojos o la raíz nasal, signos habituales a su edad. La presencia de estas líneas de expresión sugiere que no emplea neuromoduladores de manera frecuente o, si lo ha hecho, ha optado por dosis muy suaves que permiten mantener una movilidad facial completa, ha asegurado a Semana.

Marta García subraya además que, en condiciones normales, a los 45 años ya deberían apreciarse signos más evidentes de laxitud, descenso de los compartimentos grasos o relajación del SMAS. No obstante, en el caso de Intxaurrondo estos cambios aparecen suavizados. No se debe únicamente a la genética —aunque su estructura facial le favorece—, sino a una estrategia de cuidados sistemáticos a lo largo del tiempo.

Intxaurrondo
Silvia Intxaurrondo. | Gtres

Probablemente recurre a procedimientos no invasivos destinados a mantener la firmeza y estimular la producción de colágeno, como la radiofrecuencia o los ultrasonidos focalizados (HIFU). Son técnicas que aportan sostén sin modificar la anatomía ni alterar las facciones.

Otro aspecto que llama la atención es la proporción del tercio medio facial. Sus pómulos conservan una proyección equilibrada y nada exagerada. La ausencia del característico “efecto cheekbone” sugiere que no utiliza ácido hialurónico de manera estructural; si acaso, «podría haber optado por bioestimuladores o tratamientos de redensificación ligera» que aportan calidad a la piel sin modificar su forma.

La experta señala que su surco nasogeniano aparece ligeramente marcado, algo habitual en su edad y en su expresividad, pero sin señales de correcciones artificiales. Todo en su rostro apunta a un equilibrio trabajado, sin volúmenes exagerados ni retoques notorios.

En la zona de la mandíbula, Intxaurrondo mantiene una línea definida aunque nada rígida. La experta señala que probablemente utiliza herramientas como radiofrecuencia o inductores de colágeno para preservar la firmeza de la zona sin alterar el gesto. Dado que el tercio inferior suele ser uno de los primeros en mostrar flacidez, su contorno actual indica un mantenimiento constante y cuidadosamente planificado.

Una piel luminosa

La calidad de la piel de la presentadora es otro indicador de su atención constante. Su textura uniforme, su brillo natural y la ausencia de manchas sugieren una rutina cosmética completa y bien ejecutada. Peelings suaves, hidrataciones profundas, oxigenoterapia o aparatología regenerativa —como Indiba o LPG— encajan con el tipo de resultados que muestra. Además, su piel revela fotoprotección constante, un elemento fundamental para mantener uniformidad y salud dérmica.

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