Juan del Val confiesa ser de izquierdas: «Más rojo no puedo ser»
Confiesa su crisis de identidad política y el choque entre su arraigada izquierda y la realidad que ya no reconoce

Juan del Val | Gtres
Juan del Val, escritor superventas que acaba de ganar el Premio Planeta, nunca ha rehuido la controversia. Aun así, sostiene que la imagen que se proyecta de él «casi siempre aparece distorsionada». De hecho, muchísima gente piensa que el colaborador de El hormiguero es ‘de derechas’, pero nada más lejos de la realidad. En una entrevista reciente decidió mostrarse más transparente y hablar sobre la crisis de identidad política que atraviesa, un proceso que lo aleja de cualquier etiqueta simplista.
Juan del Val asegura ser ‘de izquierdas’

Juan del Val contó en el pódcast de Act2ality que su manera de entender la política está íntimamente ligada a su historia familiar, como ocurre casi con la mayoría de personas. Desde siempre —explica— se ha sentido de izquierdas, una convicción que lo ha acompañado desde joven.
«Yo siempre he sido bastante más radical de izquierdas», recuerda, apoyándose en su origen: «Soy nieto de dos republicanos encarcelados; más rojo no se puede ser». De ahí su comentario irónico y contundente: «¿Cómo narices voy a ser yo de derechas?».
Su trayectoria electoral coincide con ese sentimiento: a lo largo de los años ha apoyado a Izquierda Unida, al PSOE y, en sus primeras europeas, incluso a Podemos. No obstante, admite que dejó de simpatizar con Pedro Sánchez muy pronto: «En cuanto vi por dónde iba, cómo respiraba políticamente, se acabó».
Pero no traga a Pedro Sánchez
Para Juan Del Val, el actual presidente representa justo lo contrario de lo que él considera izquierda. Y no suaviza su postura: «Pedro Sánchez no es de izquierdas; no tiene ideología ni escrúpulos», dijo, recoge El español. Le acusa de una «inconsistencia ideológica» que se traduce en decir «una cosa y la contraria» con tal de permanecer en el poder. A su juicio, este comportamiento está provocando «un deterioro peligrosísimo de las instituciones».
Esa decepción lo ha llevado a una disyuntiva que reconoce con incomodidad y que ha generado titulares: «Por eso, cuando digo que quizá lo mejor sería votar al PP… me cuesta horrores».
Su visión de la izquierda

Juan Del Val insiste en que no se trata de un cambio ideológico, sino de una conclusión incómoda que entra en conflicto con el «sentimiento político que ha mamado». Rechaza tajantemente que criticar al Gobierno te convierta automáticamente en simpatizante de la derecha.
Para él, la izquierda auténtica debe ser crítica, inconformista y capaz de cuestionar lo que no funciona. Defiende que la política no puede reducirse a un duelo simplista. Ser progresista —añade— implica apoyar medidas como el matrimonio igualitario o la despenalización del aborto, pero también exigir que las instituciones funcionen correctamente y que exista una regulación que evite que «el más fuerte gane siempre».
Le inquieta que el debate público se haya empobrecido hasta encasillar a la gente en un binomio absurdo: «Si eres de izquierdas, bien; si no, eres de derechas». Según el marido de Nuria Roca, este terreno está diseñado para que dejemos de pensar: «Ahí es donde nos quieren llevar, a convertirnos en idiotas».
Como mensaje final, lanza una advertencia contra la superficialidad: «Cuidado con los mensajes cortos, cuidado con los titulares; hace falta profundizar y desarrollar las ideas».
