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La villa marinera de Cantabria que acoge a Ana Blanco en su jubilación tiene historia y cultura

La presentadora de La 1 decidió marcharse hasta un pueblo costero del norte de España cuando dejó la corporación

La villa marinera de Cantabria que acoge a Ana Blanco en su jubilación tiene historia y cultura

Ana Blanco, en una imagen de esta misma semana. | Gtres

Ana Blanco dejó la televisión hace un tiempo para poder dedicarse a sí misma. Después de una carrera de décadas en la televisión pública, Blanco decidió dar un paso atrás en su faceta más profesional para dar paso a una etapa más tranquila. En esta, han sido contadas las ocasiones en las que hemos podido ver a la periodista. Y es que, hace tiempo, decidió que iba a dividir su vida como jubilada entre Madrid —la ciudad que le vio crecer profesionalmente— y Cantabria, donde ha encontrado su lugar en el mundo.

Ana Blanco comenzó su carrera en los medios de comunicación en la Televisión Española (TVE) a principios de los años 80. Tras formarse en periodismo, empezó trabajando en programas informativos menores y espacios regionales, donde fue adquiriendo experiencia frente a la cámara y en redacción. Su primer contacto con la presentación de noticias le permitió consolidar un estilo serio, elegante y cercano, que pronto llamaría la atención de los directivos de TVE.

La etapa de Ana Blanco en TVE

Ana Blanco, hace unos días, junto a Jesús Álvarez. | Gtres

En 1983, Ana Blanco dio el salto a los informativos nacionales, uniéndose al equipo de los noticiarios de La 1. Desde entonces comenzó a consolidarse como una de las periodistas más reconocibles y confiables del país. Su forma de presentar, clara y calmada, combinada con rigor periodístico, la convirtió rápidamente en una de las caras más respetadas de la televisión española. Durante más de tres décadas, Ana Blanco fue la presentadora del Telediario de TVE, el noticiario de referencia de la cadena pública. En este período, se convirtió en un símbolo de la información veraz y objetiva. Su estilo sobrio, elegante y profesional, junto con su capacidad de mantener la calma en momentos de crisis, le otorgaron una gran credibilidad ante el público. Fue testigo y comunicadora de algunos de los eventos más relevantes de la historia reciente de España y del mundo, desde elecciones generales hasta acontecimientos internacionales y tragedias.

Blanco ha cubierto en directo momentos históricos de gran importancia, como atentados, catástrofes naturales y elecciones presidenciales tanto en España como en el extranjero. Además, ha realizado reportajes especiales y coberturas en directo desde distintas ciudades europeas y americanas. Su capacidad para transmitir información compleja con claridad y rigor le valió múltiples reconocimientos profesionales. A lo largo de su carrera, Ana Blanco ha recibido numerosos premios por su labor periodística, incluyendo galardones de asociaciones de prensa, reconocimientos a la trayectoria profesional y menciones honoríficas por su seriedad y profesionalidad en la presentación de noticias. Su nombre se ha asociado durante décadas con fiabilidad, neutralidad y excelencia periodística.

El estilo de Ana Blanco se caracteriza por la sobriedad, la claridad y la cercanía con el espectador. Siempre ha evitado sensacionalismos, manteniendo un enfoque riguroso en la información. Su legado profesional es enorme: ha formado a nuevas generaciones de periodistas, ha sido referente de objetividad en televisión y ha dejado un modelo de presentadora que combina empatía y profesionalismo. En 2023-2024, Ana Blanco decidió retirarse de la presentación diaria del Telediario. Su despedida fue discreta, como toda su carrera, destacando por la elegancia y la gratitud hacia compañeros, espectadores y la profesión. Tras más de 40 años en televisión, deja un legado imborrable como una de las periodistas más icónicas de España.

El refugio de la periodista en Laredo

La localidad cántabra de Laredo. | Turismo de Cantabria

Tras su jubilación anticipada en TVE, Ana Blanco ha elegido Laredo, en Cantabria, como uno de sus lugares de descanso y recolección vital. Allí tiene una casa que sirve como refugio alejado de los focos televisivos y del ritmo frenético de la gran ciudad. En Laredo ha encontrado la tranquilidad que deseaba para su nueva etapa de vida, más íntima y sosegada. Ana Blanco está casada con Juan Carlos Bolland. Juan Carlos es socio director y cofundador de Comco, una firma de comunicación, y también ha trabajado como periodista financiero. Su casa en Laredo no es solo un retiro: Blanco participa activamente en la vida cultural local. Por ejemplo, ha clausurado los Cursos de Verano de la Universidad de Cantabria celebrados en Laredo, impartiendo conferencias sobre la evolución del mundo de la información y los retos del periodismo en el siglo XXI.

En su tiempo libre en Laredo, Ana Blanco disfruta de lecturas —es especialmente aficionada a la novela negra, con predilección por la autora Donna Leon—, de la música —le encanta Pablo Milanés y Joan Manuel Serrat— y practica golf, un deporte que puede jugar tanto en su residencia cántabra como cuando viaja. Su vida en Laredo le permite cultivar una rutina pausada, más personal, lejos del ruido mediático que acompañó gran parte de su carrera en TVE.

Allí escucha a Pablo Milanés y Serrat

Laredo es una villa situada en la costa oriental de Cantabria, en el norte de España, sobre la margen del mar Cantábrico. Está a unos 60 km al este de Santander y forma parte de la comarca de Trasmiera. Su ubicación privilegiada junto a la ría de Treto y la playa de La Salvé le otorga un entorno natural espectacular, con acantilados, dunas y marismas cercanas que atraen tanto a turistas como a amantes de la naturaleza.

Ana Blanco fue presentadora del telediario
Ana Blanco se jubiló de TVE. | Gtres

Laredo tiene una historia que se remonta a la Edad Media. Durante los siglos XIII y XIV fue un puerto comercial importante, conectado con el comercio marítimo con Inglaterra y Flandes. En su casco antiguo se conservan vestigios históricos, como la Villa Vieja, con calles estrechas, arcos, plazas y casas con escudos que reflejan su pasado mercantil. La villa también fue escenario de conflictos entre reinos y ocupaciones, y su patrimonio arquitectónico incluye iglesias góticas, conventos y edificios nobles que muestran la riqueza histórica de la localidad.

Laredo, una bonita villa marinera con mucha historia y patrimonio

Tradicionalmente, la economía de Laredo se basaba en la pesca, la agricultura y el comercio marítimo. El puerto sigue siendo activo, aunque en la actualidad el turismo y los servicios son los principales motores económicos. La pesca mantiene un papel cultural y simbólico, con cofradías de pescadores y subastas en lonjas que recuerdan la importancia histórica del mar en la vida de los vecinos. Uno de los grandes atractivos de Laredo es su playa de La Salvé, con más de 5 km de arena fina y dorada. Es famosa por sus paseos marítimos, deportes acuáticos y eventos estivales, como competiciones de surf y festivales de verano. El turismo en Laredo combina playa, gastronomía y cultura: muchos visitantes recorren el casco antiguo, participan en festivales locales y disfrutan de la cocina cántabra basada en pescados, mariscos y productos locales.

En Laredo, Ana Blanco ha encontrado mucha paz. | Kayak

Laredo es conocida por sus fiestas tradicionales, especialmente la Batalla de Flores, que se celebra cada agosto. Es un desfile colorido de carrozas decoradas con flores, con siglos de historia y una gran participación ciudadana. También destacan celebraciones religiosas y culturales, que combinan folclore, música y gastronomía, reforzando la identidad local y la unión de la comunidad. Más allá del casco urbano, Laredo está rodeada de entornos naturales de gran belleza, como la marisma de Santoña, Victoria y Joyel y los acantilados del litoral oriental cántabro. Estas zonas son refugio de aves migratorias y espacios protegidos, que atraen a ecoturistas, fotógrafos y aficionados al senderismo. Los paseos por estas áreas permiten disfrutar de la biodiversidad y del contraste entre mar y montaña.

Laredo mantiene una vida cultural activa, con museos, bibliotecas, escuelas de música y centros culturales. Su casco histórico alberga tiendas de artesanía, galerías de arte y talleres locales. Los laredanos conservan un fuerte sentido de comunidad y orgullo por su patrimonio, lo que se refleja en el cuidado de la villa, la participación en festividades y la preservación de tradiciones marítimas y artesanales. Laredo está bien comunicado por carretera con Santander, Bilbao y otras localidades del Cantábrico, lo que facilita el turismo y el comercio. La estación de tren de Laredo conecta con Bilbao y Madrid, y la carretera N-634 permite desplazamientos rápidos a otras poblaciones costeras. Esta accesibilidad ha contribuido a consolidar a Laredo como un destino turístico atractivo y un lugar de residencia cómodo para quienes buscan tranquilidad sin perder conexiones urbanas.

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