«Es vivir en alerta constante»: Sonsoles Ónega se sincera sobre la enfermedad de su hijo
Ha compartido cómo cambió su vida desde que a su hijo le diagnosticaron diabetes tipo 1 con solo 4 años

Sonsoles Ónega | Gtres
En 2016, la vida de Sonsoles Ónega dio un giro inesperado cuando a su hijo le diagnosticaron diabetes tipo 1. La noticia cayó como un jarro de agua fría en casa, ya que no existían antecedentes familiares que hicieran sospechar algo similar. Como mucho, la única señal previa había sido su celiaquía, dos patologías autoinmunes en menos de cinco años, tal y como contó la periodista en su blog. Ahora, Sonsoles ha vuelto a hablar de cómo es convivir con esta enfermedad en un acto organizado por el Club de Malasmadres, junto a la Federación Española de Diabetes (FEDE) y la iniciativa Crecer Sin Diabetes.
Durante su intervención, la presentadora explicó que gran parte de su rutina gira en torno a controlar el bienestar de su hijo. «Es estar en alerta constante», señaló, describiendo cómo depende de su teléfono para seguir, casi en tiempo real, las variaciones de glucosa gracias a los dispositivos actuales. Comentó que esos momentos clave —la salida del colegio, la hora de la cena o la llegada a casa— están marcados por esa supervisión continua que añade una preocupación más a las que cualquier madre ya tiene de por sí.
Las dificultades del día a día
Sonsoles Ónega también profundizó en las dificultades del día a día, especialmente en los primeros meses tras el diagnóstico. Reconoció que todo se vuelve más complejo mientras se aprende a entender cómo responde el cuerpo de un niño con diabetes tipo 1 y cómo influyen los alimentos en esos niveles. Aun así, destacó que es una realidad que solo se comprende del todo cuando se vive de cerca: una responsabilidad añadida a las muchas que ya asume una madre en su rutina.
La escritora recordó previamente además que la llegada de la enfermedad fue como entrar en «una etapa oscura», aunque con el tiempo comprendió que se trataba más bien de un obstáculo superable. La periodista ha contado en distintas ocasiones que descubrió que algo no iba bien cuando su hijo tenía sed constante y necesitaba ir al baño sin parar. Tras acudir al médico, un simple pinchazo reveló niveles de glucosa superiores a 500 —muy por encima del rango normal—, lo que llevó a su ingreso inmediato. Tenía solo cuatro años y pasó tres semanas hospitalizado mientras los médicos estabilizaban su situación.
La diabetes tipo 1 en niños
En España, la diabetes tipo 1 es una de las enfermedades crónicas más frecuentes en la infancia y la adolescencia. Cada año se diagnostican nuevos casos en menores, lo que refleja una tendencia al alza observada también en otros países europeos. Aunque la causa exacta sigue sin conocerse, la comunidad científica apunta a una combinación de factores genéticos y ambientales que desencadenan esta patología autoinmune, en la que el sistema inmunitario destruye las células del páncreas encargadas de producir insulina.
La mayor parte de los diagnósticos se concentran en niños y jóvenes, especialmente entre los 5 y los 14 años, lo que obliga a las familias a adaptarse repentinamente a una nueva realidad, como le ocurrió a Sonsoles Ónega. España cuenta con protocolos sanitarios bien establecidos y con unidades especializadas en diabetes pediátrica, lo que permite un abordaje rápido y un seguimiento continuo tras la detección. Aun así, el aumento progresivo de casos ha impulsado campañas de sensibilización y programas educativos para que padres, profesores y cuidadores estén mejor preparados ante una enfermedad que exige vigilancia diaria y conocimiento de sus signos de alerta.
