El nombre de la melliza menos conocida de Tita Cervera es original, familiar y significa «nobleza»
La baronesa tuvo, hace 19 años, dos hijas por gestación subrogada en Estados Unidos tras el nacimiento de Borja

Tita Cervera, en una imagen de archivo. | Gtres
Tita Cervera tiene claro que su hija Carmen sea quien siga sus pasos. La joven, que recientemente se ha mudado hasta Andorra, dejando atrás Barcelona, está muy unida a su madre. También, a su hermana melliza, quien goza de menos repercusión pública, pero que tiene la misma conexión con su progenitora. Ambas nacieron fruto de una gestación subrogada en Estados Unidos y llegaron al mundo después que su hermano Borja, quien ha vivido varias idas y venidas con su madre. Los tres, además, están especialmente sensibilizados con el arte y el mundo artístico.
Tanto Carmen como su melliza siempre han sido criadas con discreción, evitando la exposición mediática constante y viviendo principalmente en Andorra junto a su madre y su hermana. Al contrario que su hermana Carmen, la otra hija de Tita Cervera ha mostrado una clara inclinación por estudiar Artes, sobre todo por los cómics y el arte digital. También desarrolla habilidades musicales, tocando el piano y cantando, lo que refleja una sensibilidad artística profunda y una forma de expresarse a través de la creatividad. Su madre la ha descrito como «el alma bohemia de la casa», destacando su carácter independiente y creativo.
Las dos mellizas de Tita Cervera

Así, Sabina, que en 2024 cumplió la mayoría de edad, decidió dar uno de los pasos más importantes de su vida adulta; conceder una entrevista entrevista, lo que marcó una apertura hacia el público. Sin embargo, Sabina ha mantenido siempre un perfil bajo, priorizando su intimidad y centrando su vida en sus intereses personales y artísticos. Su madre ha resaltado que Sabina es muy libre y auténtica, y que respeta la creatividad y los sueños de sus hijas sin imponerles un camino predeterminado.
Académicamente, Sabina estudia Arte y Diseño en Andorra. Su vocación está clara: dedicarse a la ilustración, el cómic y el arte digital. Sueña con crear y publicar sus propios trabajos y proyectarse como artista por méritos propios, más allá de su apellido familiar. Desde joven, ha demostrado una gran disciplina y pasión por sus proyectos, cultivando su talento con dedicación y entusiasmo. En 2025, Sabina comenzó a mostrar su vida personal de manera más visible. Fue fotografiada por primera vez en Madrid con su pareja, un momento que fue especialmente significativo porque simboliza que empieza a tomar decisiones y vivir su vida con protagonismo, aunque sin abandonar su discreción natural. Este paso marca una transición hacia una etapa más autónoma y madura de su vida.
Sabina, su hija más desconocida que es una apasionada del arte
En cuanto a su personalidad, Sabina se describe como muy diferente a su hermana Carmen. Mientras Carmen está más vinculada al legado artístico y empresarial de su madre, Sabina prefiere explorar su propio camino creativo y mantener su libertad de expresión. Ha declarado que uno de los consejos más importantes de su madre ha sido centrarse en lo que realmente le apasiona, sin sentirse obligada a seguir caminos convencionales. Tras su nacimiento, Tita confesó que le había puesto el nombre en honor a su propia abuela, quien tenía un carácter fuerte y «gamberro» y veía en Sabina una parte de ella.

Para Tita, el nombre también encaja con la personalidad creativa y bohemia de su hija. Ha dicho que Sabina es «artista», que dibuja, escribe, hace cómics… y que el nombre le parecía apropiado para alguien con esa sensibilidad. En algunas declaraciones, Tita ha mencionado que, mientras una de las mellizas se llamaría Carmen —como ella—, la otra sería Sabina, como su abuela, construyendo así una continuidad familiar con significado personal. Lo cierto es que el nombre de Sabina no es demasiado común en nuestro país. Tiene origen latino, derivado de Sabinus, que se usaba para referirse a los pueblos sabinos, un antiguo grupo itálico que vivió en la región central de Italia. Por lo tanto, el nombre originalmente significaba «perteneciente a los sabinos» o «de los sabinos».
Un nombre en honor a su abuela y poco común en España
A lo largo de la historia, Sabina se ha asociado con cualidades de fuerza, nobleza y espíritu libre. Los sabinos eran conocidos por su valentía, tradición y carácter independiente, por lo que el nombre transmite una idea de personalidad fuerte, determinada y con sentido de identidad propia. En la simbología moderna y psicológica de los nombres, las personas llamadas Sabina suelen verse como imaginativas y artísticas. También, se les asocia con autonomía y libertad de pensamiento, así como se dice que poseen una sensibilidad especial hacia el arte y la belleza. Sabina es un nombre que se ha usado históricamente en España, Italia y países de Europa central, aunque nunca ha sido extremadamente común. Entre sus variantes están Sabine —en francés— o Sabin —en su versión masculina—.

Sabina es un nombre poco común en España. En Italia sí que es especialmente famoso, especialmente en regiones del centro y norte del país. Tiene raíces históricas vinculadas a los sabinos, un pueblo de la antigua Roma. La variante Sabine es mucho más popular que Sabina. Es un nombre clásico, usado desde el siglo XX, sobre todo entre las generaciones nacidas en los años 50 a 80. En países como Polonia, Hungría y Rumania también se encuentra el nombre Sabina, aunque con menor frecuencia que en Alemania o Francia. Además, se usa ocasionalmente en países como México, Argentina y Colombia, pero siempre de forma minoritaria. No es un nombre común, y generalmente se considera elegante o literario. En general, Sabina y Sabine son nombres con connotación clásica y artística. Se perciben como sofisticados y discretos, más que populares o masivos. Es frecuente que familias con tradición cultural o artística elijan este nombre por su sonoridad y su historia.
