La separación de Pep Guardiola y su ex continúa: cambios en sociedades y nueva casa

Pep Guardiola ha dado un giro significativo a su vida personal en los últimos meses. El técnico del Manchester City ha adquirido un apartamento en la zona alta de Barcelona. Un paso marca un punto de inflexión casi un año después de conocerse su separación de Cristina Serra, con quien compartió más de tres décadas de relación y tres hijos en común: María, de unos 24 años; Màrius, de 22; y Valentina, de 17.

Todo indica que Guardiola quiere recuperar un espacio propio en la ciudad que lo vio crecer, un lugar íntimo al que acudir cada vez que regrese a Barcelona. El piso se ubica en uno de los barrios más exclusivos de la capital catalana y cuenta con buenas conexiones con el centro. Aunque apenas han trascendido detalles, el programa Mamarazzis Pop&Cor, de RTVE Catalunya, reveló que ofrece privacidad, silencio y una ubicación privilegiada, cualidades perfectas para que el entrenador desconecte de las exigencias del banquillo. Por tanto, ya no se hospeda en la casa familiar que compartía con su exmujer y sus hijos, un cambio que subraya el componente emocional de esta nueva etapa.

Esta nueva propiedad se suma al resto del patrimonio inmobiliario que Guardiola mantiene en Barcelona, entre ellos la residencia de Pedralbes, así como diversos inmuebles en Santpedor, su localidad natal, y en el barrio de Sant Gervasi.

Una separación que avanza lentamente

Mientras tanto, el proceso de separación entre Guardiola y Serra continúa, aunque envuelto en la discreción que ambos han preferido mantener. Sin embargo, los registros oficiales ya muestran movimientos. De acuerdo con Vanitatis, Cristina Serra ha dejado de formar parte de Serra Claret SL, la empresa que gestionaba junto a su hermana, y también ha cesado como directora de la Guardiola Sala Foundation, la fundación con sede en Manchester creada por el técnico. Su salida se habría producido en abril, y su nombre ha desaparecido del registro británico, mientras que en España solo figura como patrona.

Estos pasos reflejan que el divorcio, aunque silencioso, progresa por los cauces legales correspondientes. A pesar de que fuentes cercanas aseguran que «todo sigue igual», los documentos apuntan a una reorganización profunda de las responsabilidades y vínculos conjuntos tras más de 30 años de matrimonio.

La historia entre Pep y Cristina comenzó en los 90, cuando se conocieron en la boutique de moda de la familia Serra. Desde entonces formaron una de las parejas más consolidadas del ámbito deportivo y mediático, siempre alejados del foco y centrados en sus respectivas profesiones: el fútbol y la moda. Juntos criaron a tres hijos y repartieron su vida entre Manchester y Barcelona, donde adquirieron en 2021 una espectacular casa en Pedralbes valorada en 10 millones de euros, que actualmente ocupa Cristina con sus hijos.