The Objective
Gente

La villa gallega con la que sueña David Cantero tiene el casco histórico más bonito frente al mar

El presentador de RNE, siempre que puede, suele escaparse hasta Galicia para desconectar y respirar tranquilo

La villa gallega con la que sueña David Cantero tiene el casco histórico más bonito frente al mar

David Cantero, en una imagen de archivo. | Gtres

Galicia es uno de esos paisajes que tenemos en nuestro país que aúna cultura, paisaje, tradición y buena gastronomía. Esta comunidad autónoma se ha convertido en el objetivo de muchas personas que buscan una vida más tranquila, económica, con vistas al mar y mucha carga cultural e histórica. Y si no, que se lo digan al presentador David Cantero, quien, en alguna que otra ocasión, ha expresado su deseo de mudarse hasta La Coruña, concretamente a un pequeño pueblo costero, con uno de los cascos históricos más bonitos de toda la costa gallega.

El que fuera presentador de Telecinco —y ahora lo es de TVE— ha confesado, en varias ocasiones, que es gallego de adopción. Y es que cada verano aprovecha para huir de Madrid y encontrar cierta tranquilidad. Es más, considera Galicia como su lugar para «desintoxicarse y ser feliz». En el lugar donde veranea, la gente ya le conoce. «Eres un poco el veraneante porque Muros cambia mucho en invierno y en verano, pero sí te van conociendo», contó.

Un lugar «para estar más tranquilo y con más paz interior»

David Cantero dejó atrás su paso por Telecinco hace un año. | Gtres

Así, Cantero considera Muros, en La Coruña, como su lugar feliz y donde pasa, al menos, cada verano, unos quince días de felicidad. Muros es para él un refugio: habla de la tranquilidad del pueblo, del paisaje marinero, de las playas, de su casco histórico. No es sólo un destino de veraneo: su apego emocional es fuerte —«se siente como un vecino más»—. En 2025 dejó su puesto en Informativos Telecinco. Tras eso, empieza una nueva etapa en la radio (RNE), lo cual podría darle más flexibilidad para pasar tiempo en Galicia. Parte de su cambio de vida —querer «estar más tranquilo» y «con más paz interior»— coincide con su deseo de pasar tiempo en Muros y dedicar más espacio a sus pasiones (arte, pintura, paseos). 

Muros es una villa marinera situada en la provincia de La Coruña, en la entrada norte de la ría de Muros y Noya. Se trata de un lugar con un encanto muy particular, en el que la historia, el paisaje y la tradición se combinan de forma natural para dar origen a un entorno acogedor, auténtico y profundamente gallego.

Muros, el pueblo que enamora a David Cantero

El casco histórico de Muros, declarado Conjunto Histórico-Artístico, es uno de los mayores atractivos de la localidad. Sus calles empedradas, estrechas y sinuosas conservan el trazado medieval y permiten al visitante trasladarse a otra época. Las casas tradicionales, muchas de ellas con soportales en la planta baja y galerías de madera o balcón en los pisos superiores, evocan su pasado marinero, cuando estos espacios se utilizaban para el trabajo relacionado con el pescado y el comercio portuario. Las pequeñas plazas que aparecen al doblar una esquina —como la Plaza de la Pescadería o la de Santa Rosa— son espacios llenos de vida, historia y carácter.

Las calles de Muros. | Turismo de Galicia

La relación de Muros con el mar es inseparable. Su puerto, que ha sido durante siglos motor económico del municipio, continúa siendo el centro neurálgico de la vida diaria. Los barcos entran y salen de la ría, y la lonja mantiene la tradición de una pesca que sigue formando parte de la identidad local. Esta cercanía al mar también se percibe en la gastronomía: los restaurantes y tabernas ofrecen pescados y mariscos de gran calidad, preparados con sencillez y respeto por el producto. La ocupación principal de Muros durante generaciones fue la pesca, y esa identidad marinera sigue presente hoy. El puerto continúa siendo un punto vital de actividad. Allí llegan los barcos que salen cada día a faenar, se descargan las capturas, se celebran subastas en la lonja y se conserva el funcionamiento tradicional de un puerto atlántico vivo. La gastronomía es heredera directa de esa relación con el mar: pescados y mariscos frescos se preparan de forma sencilla, respetando el producto y manteniendo recetas que han pasado de generación en generación.

Un casco histórico que es Conjunto Histórico-Artístico

Más allá del casco urbano, Muros destaca también por su entorno natural. El municipio disfruta de un equilibrio perfecto entre costa y monte. Desde los miradores del entorno montañoso se obtienen amplias vistas del mar, de la ría y del poblamiento que la rodea. Además, la zona cuenta con senderos y rutas señalizadas que permiten disfrutar del paisaje, descubrir petroglifos y otros restos arqueológicos, y conectarse con la Galicia más ancestral. Las playas, tranquilas y abiertas al mar, son otro de los tesoros del municipio, ideales para quienes buscan descanso, naturaleza y paisajes serenos.

La vida cultural en Muros es sencilla pero arraigada. Muros, a pesar de ser un lugar tranquilo, no es un pueblo «detenido en el tiempo». Las fiestas locales, los mercados, las tradiciones ligadas al mar y la hospitalidad de sus habitantes crean un ambiente acogedor tanto para quienes viven allí como para quienes llegan de fuera en busca de tranquilidad, autenticidad y belleza. Aunque en verano el pueblo cobra más vida y movimiento, Muros mantiene durante todo el año una sensación de calma que atrae a quienes desean desconectar de las grandes ciudades. La hospitalidad de sus habitantes y el ritmo pausado de la vida diaria hacen de Muros un destino perfecto para quienes buscan desconectar de grandes ciudades y reencontrarse con un modo de vida más calmado.

Mar, tradiciones y mucha cultura

El ayuntamiento de Muros. | iStock

Además de su patrimonio urbano, Muros cuenta con una riqueza monumental y religiosa notable. La iglesia parroquial y las numerosas capillas dispersas por el casco urbano y las parroquias rurales testimonian siglos de devoción popular. También son característicos los cruceiros, esas pequeñas cruces de piedra que bendicen caminos, plazas y encrucijadas. Las playas son otro elemento importante del paisaje muradano. Algunas, como la de San Francisco —en Louro—, son amplias, de arena fina y aguas tranquilas, ideales para disfrutar del mar en verano. Otras son más salvajes y solitarias, ofreciendo una experiencia más íntima con la naturaleza.

Para Cantero, Muros se ha convertido en su balón de oxígeno. El entorno de Muros —su paisaje, su casco histórico, sus playas y montes— le ofrece un espacio que inspira calma, creatividad y bienestar. Cantero ha mencionado que la vida en este pueblo, aunque sea temporal durante sus estancias, le ayuda a recuperar el equilibrio emocional y a encontrar serenidad, algo muy valioso para alguien acostumbrado al ritmo de los medios de comunicación. Como decíamos, con los años, ha establecido lazos con la comunidad local. Se siente integrado en la vida del pueblo, al punto de que los vecinos le conocen y le saludan durante el verano. Esto no solo refuerza su conexión con el lugar, sino que también hace que su experiencia sea más enriquecedora y auténtica, sintiéndose parte de Muros, aunque no resida allí de manera permanente.

Publicidad