El Emérito vuelve a usar a Leonor y Sofía para reprochar a Felipe: «Podría ver más a sus hijas»
El rey Juan Carlos ha concedido una sincera entrevista al canal France 3 antes de sus memorias se publiquen en España

El rey Juan Carlos, en la entrevista. | France 3
El rey Juan Carlos ha concedido su entrevista más sincera en el canal France 3, en el marco de la presentación de su primer libro, sus memorias, con las que el Emérito pretende reescribir su historia. En esta aparición en la televisión francesa, el monarca ha querido señalar los puntos más importantes de su libro, poniendo el foco —de nuevo— en Franco, en su padre, en la situación política actual de nuestro país y en su hijo, el rey Felipe. Además, al igual que ha hecho en sus memorias, Juan Carlos ha querido utilizar el nombre de sus nietas, la princesa Leonor y la infanta Sofía, para reprochar a su primogénito.
El Emérito, además, ha admitido que cometió «errores» durante su reinado, de los que, además, no se arrepiente ni tiene «remordimientos». Aún así, ha querido matizar que, si volviera atrás, actuaría con más cuidado. Sobre los escándalos financieros, sus relaciones personales y polémicas del pasado, el monarca ha reconocido que «todo está resuelto» y que él se siente «tranquilo». Además, también ha defendido el legado histórico, especialmente en todo lo que tiene que ver con la restauración de la monarquía en nuestro país. El rey Juan Carlos ha matizado que no prestó la suficiente atención a su familia debido a sus obligaciones como monarca, y expresó su deseo de que la sociedad española lo entienda y, en su caso, lo perdone.
La entrevista del rey Juan Carlos en la televisión francesa
Sobre su familia, el rey Juan Carlos ha confesado que mantiene comunicación con su hijo Felipe. «Te lo diré como padre y como rey. Como padre me gustaría verlo más con sus pequeñas, sus hijas», ha explicado Juan Carlos. Además, el Emérito también ha reconocido que es «un buen rey». «Pero es un momento muy difícil, debe ser apoyado», ha apostillado. Al ser preguntado por qué es un momento difícil, el Emérito ha admitido que «por la política». Además, ha concretado que no es algo que solamente suceda en España, sino, también, en toda España.
También, el Rey ha confesado que no se siente abandonado por su familia y que es una cuestión más «filosófica». Además, le ha deseado a su hijo que tenga «éxito» y que España esté «bien administrada». Por el momento, además, el Emérito ha negado que quiera volverse a España y ha confesado que está «muy bien» en Abu Dabi. «No sé si en unos meses o el año que viene, no sé», ha admitido sobre la idea de mudarse de vuelta al país que reinó.
Qué ha dicho de sus nietas, Leonor y Sofía
Como decíamos, su familia ha sido un tema central en el libro del rey Juan Carlos. El rey emérito solamente ha tenido palabras de halago para su mujer, a quien llama cariñosamente «Sofi», sino, también, para sus nietas, las hijas del rey Felipe, a quienes reconoce que ve poco. Juan Carlos cuenta que, tras su marcha al exilio en Abu Dabi, una de las llamadas más emotivas que recibió fue de su nieta Leonor. En esa llamada, ella le anunció sus buenas notas y que iba a comenzar en un colegio en Gales. «Me emocioné cuando me pasó por teléfono a (mi) nieta mayor, Leonor…» —relata el exmonarca. Sin embargo, admite que la relación con sus nietas hoy es «muy limitada»: la comunicación directa con ellas se ha reducido al mínimo y los encuentros familiares son escasos.

Juan Carlos reconoce que le hubiera gustado «tejer lazos privilegiados» con Leonor y Sofía, pero que las circunstancias —su salida de España, la nueva dinámica familiar, y lo que él describe como la llegada de la actual reina a la familia— no lo han permitido. Reconoce también que su papel como abuelo quedó muy reducido tras su marcha de España, y que a día de hoy siente que ha perdido parte de la cercanía que él hubiera deseado conservar con Leonor y Sofía.
Sobre su hijo Felipe, en su libro, Juan Carlos admite que su relación «se rompió» tras su salida de España en 2020. Según él, lo siente como un abandono: «Mi hijo me dio la espalda por deber… entiendo que, como rey, debe mantener una postura pública firme, pero sufrí… por su insensibilidad». Aun así, reconoce que consideraba a Felipe como «el heredero más preparado de Europa» y defiende que la abdicación en él fue motivada precisamente para no hacerle «esperar demasiado». En un momento de las memorias, tras retirar su asignación económica como emérito, le advirtió a su hijo: «No olvides que heredas un sistema que yo he construido». A pesar del distanciamiento, Juan Carlos afirma que desea recuperar algún tipo de relación «armoniosa» con Felipe, y confiesa su deseo de regresar a España, aunque condiciona ese deseo a su situación personal —fiscal y social—.
También reconoce que su propio reinado estuvo marcado por errores y debilidades —concretamente algunos escándalos —, y admite haber «decepcionado a muchos». Pero al hablar de Felipe, subraya su preparación y su compromiso, dejando clara su apuesta por que la institución siga adelante. Para Juan Carlos, el distanciamiento no es sólo institucional: lo interpreta como una herida personal. Más allá de responsabilidades públicas, lamenta que la relación con su hijo se haya reducido a «silencio, incomprensión y dolor» desde su marcha. También critica lo que considera la influencia negativa de la esposa de Felipe —Letizia Ortiz Rocasolano— sobre la cohesión familiar. Según él, su llegada a la familia «no ayudó con la armonía familiar».
