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Cristina y Marta, las hermanas más poderosas de El Corte Inglés que nacieron en una familia discreta

Cristina Álvarez asumirá el cargo de presidenta del gigante comercial, el próximo enero, tras el relevo de su hermana

Cristina y Marta, las hermanas más poderosas de El Corte Inglés que nacieron en una familia discreta

Cristina y Marta Álvarez, en una imagen de archivo. | EFE

El Corte Inglés estrenará, en enero, nueva presidenta. Marta Álvarez le ha cedido el testigo a su hermana Cristina, quien ha heredado una de las superficies comerciales más importantes de nuestro país. Y es que el paso del tiempo parece que no ha hecho mella en este gigante que se extiende por distintas ciudades de España y que se convirtió, ya hace décadas, en uno de los lugares de referencia por su compromiso con el cliente, su exclusividad y, sobre todo, su variedad de productos. Así, Cristina hereda uno de los negocios que está haciendo frente a distintos retos, sobre todo tras la aparición de distintas competencias, que han hecho que tengan que actualizarse en tiempo récord.

Sea como fuerte, Cristina Álvarez forma parte de la familia propietaria de El Corte Inglés y pertenece a la línea de acción del grupo desde hace décadas. Aunque su nombre no ha sido tan mediático como el de su hermana mayor, ha desarrollado una carrera dentro de la empresa que le ha permitido conocer su estructura, su gobierno corporativo y su funcionamiento interno. Conoce, a la perfección, cómo funciona la compañía, ya que ingresó ahí a principios de los años 90. Fue en 2015 cuando Cristina fue nombrada consejera, asumiendo responsabilidades en el órgano de gobierno del grupo.

Cristina y Marta Álvarez, las hermanas que controlan El Corte Inglés

el corte inglés Santiago Bau Director
El Corte Inglés es uno los centros comerciales más importantes de nuestro país.

Antes de eso, se formó como Economista, lo que le ha dado siempre una base técnica y financiera útil para un cargo de esta magnitud. Durante estos años dentro del consejo, ha participado en varias comisiones clave, incluyendo la de Nombramientos y Retribuciones, lo que le ha permitido familiarizarse con aspectos estratégicos, de gobierno corporativo y remuneraciones de los cargos directivos del grupo. En todo este tiempo, además, Cristina se ha mantenido en un segundo plano, intentando no acaparar demasiados titulares. El 26 de noviembre de 2025 fue anunciada su designación como nueva presidenta de El Corte Inglés. El relevo fue propuesto por su hermana, Marta Álvarez, que había ocupado el cargo durante los últimos seis años. 

El cambio será efectivo a partir del 15 de enero de 2026. Según la empresa, se trata de un proceso «ordenado, estable y de continuidad». Como no podía ser de otra manera, su nombramiento fue aprobado por unanimidad por el Consejo de Administración. Aunque eso sí, Marta Álvarez no abandona el grupo: seguirá en el consejo, en la comisión de seguimiento, y al frente de la dirección estratégica de áreas claves como marcas propias, moda y hogar. Con este relevo, la familia refuerza su control sobre la presidencia del grupo, preservando la continuidad familiar en la cúpula del mayor grupo de distribución de España.

Cristina, la nueva presidenta de El Corte Inglés

La llegada de Cristina coincide con un momento clave para El Corte Inglés; la empresa acaba de aprobar su plan estratégico 2025–2030, que prevé inversiones millonarias, y ya se han producido otros movimientos recientes en la alta dirección. En este contexto, su presidencia —aunque no ejecutiva— buscará garantizar estabilidad institucional, confianza entre accionistas e impulso a la transformación del grupo, combinando tradición con adaptación a nuevos retos de mercado. Entre sus retos, nos encontramos con la idea de consolidar el plan estratégico que han planeado, supervisar la renovación del equipo directivo, mantener el equilibrio entre la herencia familiar y las exigencias del mercado, así como preservar la cohesión entre los distintos accionistas.

Cristina y Marta Álvarez, en una imagen de archivo. | EFE

Al anunciar su nuevo cargo, Cristina declaró que asume la presidencia con «humildad» y con el compromiso de «defender siempre los intereses de los accionistas, de los empleados y de los clientes» de El Corte Inglés. Este enfoque —más institucional que mediático— sugiere que su presidencia no será ruidosa, sino posiblemente enfocada a gobernanza, estabilidad y respaldo estratégico, dejando la gestión diaria en manos del equipo directivo. Esta fórmula busca garantizar continuidad y confianza.

Su hermana, a pesar de que haya separado su carrera de los altos cargos de El Corte Inglés, mantiene una buenísima sintonía con Cristina. Marta Francisca Álvarez Guil nació en Madrid en 1967. Su formación académica es en Derecho —se licenció en una universidad madrileña— y, además, tiene formación relacionada con el arte y el comercio, tras pasar por instituciones como la casa de subastas Sotheby’s. Aunque su origen familiar es modesto respecto al patrimonio actual del grupo, su vida cambió cuando fue adoptada por Isidoro Álvarez —tras la muerte de su padre biológico—. A partir de entonces, fue integrada en el entorno de la familia vinculada a El Corte Inglés. 

Marta Álvarez, la primera mujer en asumir la presidencia de ECI

Desde joven, Marta mostró interés por el comercio, la internacionalización y la cultura —una combinación que luego marcaría su trayectoria dentro del grupo de distribución. Marta Álvarez comenzó su vida profesional fuera de la empresa familiar: trabajó en Sotheby’s, tanto en Londres como en Madrid, lo que le permitió formarse en un entorno internacional de arte y comercio. Posteriormente se incorporó a El Corte Inglés. Su trayectoria dentro del grupo ha abarcado distintos puestos y departamentos; empezó desde lo más básico —venta al público, por ejemplo en un centro en la Castellana (Madrid) dedicándose al área de moda— y, tras años de recorrido «desde abajo», fue escalando hasta ocupar cargos de responsabilidad. 

El corte inglés
Cristina asume la presidencia de El Corte Inglés.

En el verano de 2019 fue nombrada presidenta del grupo, convirtiéndose, así, en la primera mujer en asumir la presidencia de El Corte Inglés. Además de la presidencia del grupo, desde 2021 también asumió la presidencia de Fundación Ramón Areces, principal accionista de El Corte Inglés, reforzando así su papel tanto en la gestión comercial como en la institucional. Durante su mandato como presidenta, Marta Álvarez lideró una etapa de transformación interna, con varios objetivos estratégicos como supervisar reorganizaciones en la cúpula directiva, impulsar un plan de modernización del grupo, logrando mejorar resultados financieros y, bajo su presidencia, la empresa reafirmó su fortaleza como actor de retail en España.

Marta Álvarez, junto con su hermana Cristina Álvarez —que le sucederá en la presidencia en enero de 2026— controlan, a través de la sociedad Cartera de Valores IASA, el mayor bloque individual de acciones de El Corte Inglés, lo que las convierte en las principales propietarias individuales de la empresa. Este control accionarial les da peso para definir la estrategia a largo plazo del grupo, fijar su rumbo corporativo y mantener la identidad familiar en la gobernanza, pese a los cambios operativos y de mercado.

A pesar de su poder e influencia, Marta Álvarez siempre ha mantenido un perfil muy discreto. Pocas veces concede entrevistas, evita protagonismos mediáticos innecesarios, y —según quienes la conocen— combina su vida profesional con un perfil bajo, centrado en la empresa y en mantener una dirección tranquila, sin escándalos. También es una persona vinculada al arte y a la cultura —gracias a su etapa en Sotheby’s y a sus estudios—, lo cual le ha dado sensibilidad para valorar no solo lo comercial, sino también lo estético y lo cultural dentro del negocio. Marta Álvarez encarna un perfil poco habitual en las grandes corporaciones españolas; una mujer que, desde dentro del grupo familiar, ha logrado asumir la presidencia de una empresa histórica, liderar una etapa de transformación, combinar control accionarial y gestión, y mantener la estabilidad durante tiempos turbulentos para el retail.

Su presidencia ha demostrado que la continuidad familiar, acompañada de modernización interna y estrategia seria, puede ser compatible con buenos resultados económicos y capacidad de adaptación al cambio. Además, su estilo discreto y profesional transmite una imagen de sobriedad, responsabilidad y compromiso a largo plazo. La transición que ahora impulsa —ceder la presidencia operativa a su hermana mientras ella se centra en estrategia, marcas y productos— puede marcar un nuevo capítulo, más colegiado y quizá más adaptado a los tiempos modernos de gobernanza corporativa.

 

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