Telle Rodríguez, de ama de casa a la reina de las Galletas Gullón que luchó contra sus hijos
Este lunes recibe el Premio Reino de España a la Trayectoria Empresarial por su entrega a la empresa palentina
María Teresa 'Telle' Rodríguez y el rey Felipe VI en 2019 en Aguilar de Campoo. | | Europa Press
‘Telle Gullón’ es la empresaria más aplaudida de este primer día y lunes de diciembre. Hoy recibe el premio Reino de España a la Trayectoria Empresarial por toda una vida dedicada a la empresa familiar. María Teresa recibió el mando de Galletas Gullón en 1983, tras el fallecimiento de su marido, y todos estos años después sigue al pie del cañón como presidenta de honor. Su implicación en el proyecto ha definido su vida también en lo personal y el rey Felipe VI le impondrá una medalla que reconoce este esfuerzo. Hoy descubrimos a esta mujer que ha llevado las galletas palentinas a una facturación millonaria y una influencia multinacional.
La empresaria de 83 años es recibida en el Palacio Real de El Pardo, en Madrid, para este especial acto en su honor. Recibe el Premio Reino de España por «su contribución al desarrollo económico y social de España a lo largo de varias décadas de esfuerzo y de trabajo, creando empleo, internacionalizando sus actividades y contribuyendo a la mejora de su entorno y al bienestar del país; y ello conjugando de forma excelente intereses profesionales con causas sociales, artísticas y culturales», explica Casa Real. El galardón pone en el foco a una empresa fundada en 1892 que ha resistido a la competencia, la revolución alimentaria y a la digitalización, sin perder de vista su deber con la España rural.
La vida de Telle antes de Gullón
María Teresa ha liderado su compañía lejos del ecosistema de negocios y finanzas de la capital. Ella nació en Aguilar de Campoo, una mediana localidad al norte de la provincia de Palencia en la que años atrás se fundaron varias fábricas de galletas. Llegó a haber cinco empresas galleteras -Fontaneda y Fontibre, entre ellas- y hoy sólo queda Gullón. La producción se ha masificado con el paso del tiempo y sus movimientos de expansión, pero siempre se ha mantenido localizada en esta zona castellana. Alejada del ruido de la ciudad y de las constantes tendencias empresariales, esta mujer ha sabido llevar Gullón al nuevo siglo sin dejar atrás el cuidado del lo tradicional.
Su nombre completo es María Teresa Rodríguez Saínz-Rozas, pero siempre se la ha reconocido cariñosamente como ‘Telle’. Como se ha adelantado, es natural de Aguilar de Campoo y nació en el año 1942. Durante su juventud se casó con José Manuel Gullón, quien fue presidente y alma mater de la empresa de galletas palentina. El matrimonio desarrolló al mismo tiempo la dulce fábrica y un proyecto familiar. Teresa y José tuvieron cuatro hijos, todos ellos llamados a sucederles al frente del negocio cuando ellos se jubilaran. El empresario falleció repentinamente en 1983, a causa de un accidente de tráfico, dejando a su mujer con la mitad de las acciones y cuatro hijos pequeños -el mayor tenía 12 años-.
Presidenta por causalidad y por elección
La faceta familiar de María Teresa se ha diluido inevitablemente en el plano profesional. En 2010, las diferencias de visión empresarial entre la madre y sus hijos provocaron una de las disputas más graves de la historia de Gullón. La dueña de la empresa -con 55% de las acciones- celebró una junta extraordinaria en su coche estacionado en el parking de la empresa sin la presencia de sus tres hijos varones, ya que estos le habían denegado la entrada a las oficinas. Allí decidió, acompañada de una notaria y de su hija Lourdes, que la viuda sería la administradora única de Gullón, cesando a sus tres hijos y a sus dos hermanos.
«Quieren quitarme Gullón, que es toda mi vida. Yo no quiero ir a la fábrica como un florero. La empresa será algún día para mis hijos, sí, pero cuando yo quiera, no cuando ellos digan, y ahora no veo a mi hijo pequeño como director general, debería esperar unos años», dijo Telle a la prensa entonces. Era la primera entrevista que concedió en su vida. Se mostró visiblemente emocionada y con lágrimas en los ojos: «Llegaron a insultarme, pero creo que mi hijo Félix se dejó influir por abogados de Madrid, que le malmetieron y que le arengaron para que se hiciera cargo de la compañía».
Delegó en su hija Lourdes en 2019
En 2019, María Teresa dio un paso atrás y delegó sus funciones en su hija Lourdes Gullón Rodríguez. La nueva cabeza visible de la empresa familiar trajo de vuelta a sus hermanos, dándoles un nuevo poder en la compañía: Rubén, actual presidente, Félix, director general, y Hernán, director de logística. Este nuevo paradigma llevó a la expresidenta a la actividad filantrópica. Ha promovido iniciativas en el terreno de la educación, la generación de empleo y el desarrollo comunitario.
Expansión explica que a sus 83 años sigue yendo todos los días a la fábrica, que sigue ubicada en su municipio natal y define el paisaje de la montaña palentina. Pese a ser la propietaria de Gullón, se pone el mandil y se encarga personalmente de empaquetar y servir galletas y pastas a sus vecinos en el pequeño puesto de venta que hay en la planta. Vive de cerca el fruto de su sacrificio personal, con su presencia como Presidenta de Honor.