Los 15 adjetivos que el rey Juan Carlos dedica a su «Sofi»: «Es una reina metódica y bondadosa»
El monarca, en sus memorias, solamente ha tenido palabras de halago para su mujer a quien define como «ejemplar»
La reina Sofía junto al rey Juan Carlos. | Gtres
Este mismo miércoles, Reconciliación, el libro del rey Juan Carlos, ha visto la luz en España. Después de que las memorias fueran publicadas en Francia, el pasado mes de noviembre, el monarca ha querido contar su historia en su idioma, aquel con el que se siente más cómodo, pero no el único que controla. En esta nueva edición, que es idéntica que la francesa, hemos podido conocer más a fondo las preocupaciones del Emérito, cuáles son sus deseos en la vida, cómo le hubiera gustado reescribir su pasado y, también, tiene infinidad de palabras de halago para su mujer, la reina Sofía.
De esta manera, con el libro español ya en la mano, se confirma que el rey Juan Carlos se deshace en palabras de cariño para la reina emérita, a quien, en una sola página, le dedica 15 adjetivos llenos de amor, cariño y comprensión. «Nada podrá borrar mis profundos sentimientos hacia Sofi, mi reina, ni siquiera algunas de las desavenencias. Sigo muy apegado a mi mujer, que conserva toda mi admiración y todo mi afecto», comienza escribiendo el monarca. Además, confirma que no tiene «igual» en su vida y que «así seguirá siendo», aunque sus caminos se hayan separado «desde que me fui de España y ya no compartimos el mismo techo».
«Una mujer excepcional, recta, bondadosa, rigurosa, dedicada y benevolente»
«Sigue siendo la madre de mis hijos, una reina extraordinaria y un vínculo afectivo fundamental e insustituible», sigue diciendo el monarca. Además, quiere dejar claro que Sofi es «una mujer excepcional, recta, bondadosa, rigurosa, dedicada y benevolente». Es más, según sus propias palabras es la encarnación «de la nobleza de espíritu». «No le gusta que le llame ‘gran profesional’, pero España no ha podido tener una reina más abnegada e intachable. Tenemos caracteres complementarios; ella es más metódica y yo más espontáneo», añade el Emérito. Además, es conocida por todos su pasión por la música clásica «y la mía por las actividades deportivas». «En muchos aspectos somos diferentes, pero compartimos el mismo sentido del deber, de la Corona, del honor, de la amistad, de la devoción a nuestro hijos y nietos y a la familia en general», apostilla el Emérito.
En su relación ha habido «altibajos, alegrías, penas, risas y reproches»
Además, el rey Juan Carlos admite «su torpeza» y asegura que ha hecho todo lo que está en su mano para «garantizar su bienestar y comodidad». «El paso de los años no le ha restado ni un ápice a la inmensa gratitud y al respeto que siento por ella», sigue escribiendo el rey Juan Carlos en Reconciliación. Además, el monarca asegura que la reina tendrá su lugar en la historia de España, «como el que ella ocupa en mi corazón». También, el monarca hace un repaso a sus más de 60 años de relación donde ha habido «altibajos, alegrías, penas, risas y reproches». De la misma forma también han vivido «fases de distanciamiento y acercamiento». El rey Juan Carlos cuenta que ambos se casaron «muy enamorados» y afrontaron juntos «un futuro incierto».
«Ella siempre ha demostrado ser una compañera comprensiva y solidaria»
«Hemos capeado juntos muchos acontecimientos políticos, tormentas y noches de angustia y dudas», apunta el rey Juan Carlos. Y esto reconoce que son pruebas que «unen a la pareja». Así, el Emérito sigue halagando a su mujer: «Ella siempre ha demostrado ser una compañera comprensiva y solidaria». Además, resalta que Sofi es «una madre muy dedicada» a sus hijos y admite que él no ha pasado el tiempo que le hubiera gustado junto a su familia debido a su trabajo.
La historia de Juan Carlos de Borbón y Sofía de Grecia y Dinamarca comienza a gestarse en un contexto europeo muy marcado por la nobleza y las alianzas dinásticas. Sofía, nacida en Atenas en 1938, era hija del rey Pablo de Grecia y de la reina Federica, y creció en un ambiente de tradición real, estudios cosmopolitas y viajes frecuentes. Juan Carlos, nacido en Roma en 1938, vivió su infancia y juventud lejos de España, debido al exilio de la familia tras la proclamación de la Segunda República y la Guerra Civil. El primer contacto entre ambos se produjo en Atenas, a través de encuentros organizados por sus familias y la aristocracia europea. Desde el inicio, su relación estuvo marcada por la discreción, el respeto mutuo y un vínculo basado en la afinidad personal y cultural: compartían educación en el extranjero, interés por la política, los asuntos internacionales y la idea de servir a sus respectivos países desde una perspectiva monárquica moderna.
Tras varios años de noviazgo, y con el regreso de Juan Carlos a España para preparar su papel como futuro rey, la relación se consolidó. El compromiso oficial se anunció en 1961, y su matrimonio se celebró el 14 de mayo de 1962 en Atenas, en la iglesia de San Demetrio, con un enlace que combinó solemnidad religiosa y ceremonial real, reuniendo a miembros de familias reales europeas. El matrimonio de Juan Carlos y Sofía fue considerado un matrimonio de amor y de alianza, en el que ambos compartían valores familiares y un fuerte sentido del deber hacia la monarquía.
Su historia de amor se prolongó durante décadas, marcada por momentos de alegría y de desafío. Durante los primeros años de su matrimonio, residieron en España mientras Juan Carlos consolidaba su formación militar y política, preparándose para asumir la jefatura del Estado. La pareja tuvo tres hijos: la infanta Elena (1963), la infanta Cristina (1965) y Felipe VI (1968), lo que fortaleció su proyecto familiar y su vínculo personal.
El amor entre Juan Carlos y Sofía ha sido descrito como una relación de compañerismo, respeto y fidelidad institucional, más allá de las presiones públicas y de los retos políticos de España en los años de transición. Sofía, educada y discreta, se convirtió en un pilar fundamental para Juan Carlos, acompañándole en viajes, actos oficiales y decisiones de Estado, mientras preservaba la vida familiar de la exposición mediática constante. A lo largo de los años, el matrimonio ha sido objeto de análisis público y mediático, pero siempre se ha resaltado la solidaridad y apoyo mutuo que han mostrado, convirtiéndose en un referente de la monarquía española moderna: una historia de amor entre dos personas formadas en la realeza europea, cuya unión ha dejado una profunda huella en la historia contemporánea de España.