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Simoneta, la prima más discreta y solidaria del Rey que vive entre lujo y artesanía en Madrid

La familia Gómez-Acebo vivió momentos especialmente duros tras la muerte de Juan y Fernando en 2024

Simoneta, la prima más discreta y solidaria del Rey que vive entre lujo y artesanía en Madrid

Simoneta Gómez-Acebo junto a la infanta Elena. | Gtres

La vida de los Gómez-Acebo, en los últimos tiempos, ha estado llena de tristeza y alegría. Los primos del rey Felipe VI, con quien el monarca guarda una especial relación, han tenido que vivir, en menos de un año, la muerte de dos de los hermanos, sumiendo a los demás en una profunda pena. También al rey Juan Carlos I, quien tiene una buenísima relación con sus sobrinos, los hijos de su hermana, la infanta Pilar. A ellos les ve con cierta asiduidad, aunque no tanto como a los Zurita, los vástagos de la infanta Margarita, quienes suelen acompañarle en sus escapadas a Sangenjo. Por el otro lado es Simoneta Gómez-Acebo el rostro más conocido, ya que se ha dedicado la mayor parte de su tiempo a distintas causas sociales.

Simoneta nació en octubre de 1968 en la ciudad de Madrid. Es la hija primogénita de Infanta Pilar de Borbón, duquesa de Badajoz y de Luis Gómez-Acebo y Duque de Estrada, vizconde de La Torre. Tenía cuatro hermanos: Juan Filiberto Nicolás, Bruno Alejandro, Luis Beltrán Alfonso y Fernando Humberto. Por su madre, Simoneta es sobrina del entonces rey y prima hermana del actual rey español Felipe VI, lo que la sitúa dentro del círculo familiar de la Corona.

Simoneta Gómez-Acebo, la prima más discreta del rey Felipe

De izquierda a derecha; Juan, Simoneta, Bruno, Beltrán y Fernando.
De izquierda a derecha; Juan, Simoneta, Bruno, Beltrán y Fernando. Gtres

Desde joven, Simoneta mostró gran afición por la hípica. Participó en competiciones locales con su caballo Duz‑Dan y se destacó en eventos como el trofeo del Club de Campo Pineda en Sevilla. Además de sus estudios en Madrid, amplió su formación en Londres, donde trabajó en Sotheby’s, la reconocida casa de subastas, desarrollando su interés por el arte y la cultura. Su vida profesional ha estado vinculada inicialmente al mundo de la moda y la joyería de lujo, trabajando para Cartier en Madrid como relaciones públicas y comercial. Más adelante, Simoneta se orientó hacia el mundo del arte y la artesanía, dedicándose a coleccionar pequeñas obras de arte y practicando la cerámica como un hobby terapéutico.

En 1990 se casó con José Miguel Fernández-Sastrón, hijo del fundador de las desaparecidas Galerías Preciados. La boda, celebrada en la catedral de Santa María de Palma de Mallorca, fue un evento mediático y elegante, con un vestido de Dior y una diadema de perlas y brillantes heredada de su familia. De este matrimonio nacieron tres hijos: Luis Juan, Pablo y María de las Mercedes. La pareja se separó amistosamente y se divorció oficialmente en 2012. Simoneta ha heredado de su madre un profundo compromiso con la solidaridad. Desde temprana edad participó en actividades benéficas, y actualmente mantiene un papel activo en el Rastrillo Nuevo Futuro, una iniciativa destinada a recaudar fondos para niños en situación vulnerable. Su labor social refleja los valores de servicio y discreción que caracterizan a su familia.

Dos muertes y una clara visión solidaria

Simoneta junto al que era su marido. | Gtres

La pérdida de su madre en 2020 y de dos de sus hermanos en 2024 marcaron momentos difíciles en su vida, pero Simoneta ha sabido mantener su fortaleza y compromiso con las causas sociales. Mantiene un perfil discreto en los medios, priorizando la familia, la filantropía y su pasión por el arte y la artesanía. En la actualidad, Simoneta combina una vida tranquila y discreta con un fuerte sentido de responsabilidad social, promoviendo la cultura y la artesanía española y conservando el legado familiar de servicio y compromiso con los demás. Su vida refleja una combinación de aristocracia, sensibilidad artística y compromiso social, convirtiéndola en una figura relevante dentro de su familia y en la sociedad española, aunque siempre alejada del foco mediático constante.

Simoneta, en TO. | Foto: Víctor Ubiña

Simoneta heredó de su madre, la infanta Pilar, un fuerte compromiso con la solidaridad y las causas sociales. En particular, continúa implicada en la organización del Rastrillo Nuevo Futuro, un mercadillo benéfico tradicional en Madrid, destinado a recaudar fondos para niños en situación vulnerable. Ella misma ha declarado sentirse orgullosa del papel que desempeña dentro de la familia real, con dedicación a actividades benéficas y un perfil más discreto y comprometido. En este sentido, afirma que «todos la llamábamos la jefa» refiriéndose a su madre, y que gracias a los valores transmitidos por ella, desde pequeña aprendió la importancia de devolver algo a la sociedad.

Como decíamos, hoy en día, Simoneta dedica gran parte de su tiempo a la artesanía, impulsando el trabajo de artesanos españoles, y ella misma disfruta recolectando piezas de arte y prácticas como la cerámica como una forma de expresión y bienestar. También, teniendo un papel especialmente discreto, suele dejarse ver por algunos eventos públicos. En una de esas últimas veces posó junto a su prima, la infanta Elena, con quien comparte ese sentimiento solidario pero, también, su pasión por la equitación.

En pocas palabras, Simoneta representa —como muchos miembros de su generación en su familia— a una aristócrata que ha optado por combinar un compromiso social real con un estilo de vida relativamente discreto y alejado del foco mediático constante. Ha pasado por distintas etapas —hípica, moda/joyas, arte y filantropía—, y actualmente parece orientarse hacia un modo de vida más tranquilo, reflexivo y de servicio social.

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