Europa se viste de gala: la prensa internacional aplaude el papel de Ingrid y Amalia en la Corona
La princesa Sofía de Suecia ha evitado todos los actos de los premios Nobel por su implicación en el caso Epstein

La princesa heredera Victoria de Suecia, su marido Daniel, el príncipe Carlos Felipe, la princesa Magdalena, su marido Christopher O Neill, antes de entrara a la cena de gala en Estocolmo. | | Gtres
Reyes, príncipes herederos, presidentes de estados enteros, científicos de renombre, jóvenes promesas de la diplomacia… Todos ellos se han reunido antes de la Navidad para celebrar la grandeza de la cultura europea. La Casa Real de Suecia y la Casa Real de Holanda han sido las anfitrionas de dos cenas de gala que han marcado la crónica social de esta semana. Este pasado jueves 11 de diciembre hemos visto pasar por nuestros teléfonos y por los periódicos una larga lista de invitados acompañados de sus respectivos vestidos largos, chaqués, tiaras y condecoraciones que hoy repasamos.
Comenzamos por la familia del rey Gustavo y la reina Silvia de Suecia. La dinastía de los Bernadotte se ha llevado parte del protagonismo durante toda esta semana por su papel principal en la organización de los premios Nobel. La Casa Real de Suecia es una de las instituciones implicadas en la elección y entrega de los galardones cada año, siguiendo la petición dejó escrita su fundador en su testamento. Alfred Nobel encargó sus premios a las organizaciones suecas, con la excepción del premio de la paz, cuya adjudicación corre a cargo del parlamento noruego. Cumpliendo con este cometido, el 11 de diciembre, los reyes suecos ofrecieron una cena para los ganadores del premio Nobel de este año en el Palacio Real.
La Casa Real de Suecia cena con los Nobel
Se abrieron las puertas del apartamento del príncipe Bertil en el Palacio Real de Estocolmo para agasajar a los premiados y a sus familias. Los reyes contaron con la ayuda de otros miembros de la casa real para atender a todos los invitados durante la velada. Asistieron la princesa heredera Victoria, de 48 años, su marido Daniel, el príncipe Carlos Felipe, la princesa Magdalena y su marido Christopher O’Neill. Estos representantes de la Corona compartieron saludos y una cena de gala con los premiados. Sus asientos en la gran mesa estaban distribuidos, para acompañar de cerca a cada uno de los premiados y sus cónyuges.
Con esta distribución, la propia Casa Real ha contado que el rey de 79 años cenó junto a la profesora Marie-Hélène Girard, esposa del laureado físico Michel H. Devoret, y la señora Jean Martinis, esposa del laureado físico John M. Martinis. La reina Sonia cenó entre el profesor John Clarke, galardonado en Física, y Richard Robson, galardonado en Química. Se reunieron alrededor de 50 comensales que degustaron un elaborado menú de 4 platos. Destacaron el entrante, cerdo marinado en eneldo con huevas de trucha, y el primer plato, apio nabo glaseado con mantequilla dorada y jerez. De postre sirvieron un helado de ginebra y eneldo, acompañado de una mousse de cítricos. La mesa del comedor estaba decorada con flores de Pascua complementadas con eucaliptos y gerberas.
Las princesas Victoria y Magdalena sin Sofía
La prensa internacional ha destacado la responsabilidad que asumieron las princesas Victoria y Magdalena durante la velada. La heredera y su hermana pequeña soportaron el peso femenino de la noche, siendo de gran apoyo para una visiblemente cansada reina Silvia, de 81 años. También se comenta la ausencia de la princesa Sofía, esposa del príncipe Carlos Felipe, que ha evitado todos los compromisos públicos de esta semana, seguramente para pasar desapercibida justo cuando se hace pública su relación con el condenado Jeffrey Epstein. Surgen algunos medios que ya piden la participación temprana de la princesa Estela, de 13 años y segunda en la línea de sucesión detrás de su madre Victoria, en este tipo de eventos mediáticos.
Los monarcas de Noruega también tuvieron su momento de gloria días antes. Ellos presidieron la entrega del premio Nobel de la Paz, que este año ha sido concedido a María Corina Machado. Fueron, después de la homenajeada, los protagonistas grandes del miércoles. En su caso no se vistieron de gala, aunque la ceremonia en el Ayuntamiento de Oslo tuviera un tono solemne. Los reyes Harald y Sonia, de 88 años, presidieron el acto acompañados de sus sucesores, el príncipe heredero Haakon, su mujer, la princesa Mette-Marit, y la hija mayor de estos. La princesa Ingrid de Noruega debutó en estos premios, alimentando en la prensa una conversación pública sobre el relevo en la institución.
Cena de gala en Holanda para Finlandia
La Casa Real de Holanda también ha recibido parte de la atención royal este jueves gracias a su propia cena de gala. Los reyes Guillermo y Máxima organizaron una recepción en el Palacio Real de Ámsterdam. Su invitado de honor fue el presidente de Finlandia, Alexander Stubb, que visitó el país entre en 11 y 12 de diciembre. Le agasajaron con un banquete y un discurso, pronunciado por el rey, para recordar a sus ciudadanos las buenas relaciones que existen entre ambos países.
«Ese vínculo entre nosotros es evidente. En muchos hogares holandeses, la gente bebe su café en tazas de Iittala y tiene un jarrón de Aalto en la mesa. ¿Y quién no tiene buenos recuerdos de su primer teléfono Nokia?», declaró entre risas el monarca. «Me gustaría invitarlo a una ronda de golf pronto, y espero que esté igualmente dispuesto a dejar que su oponente gane», le provocó delante de los invitados. La primera dama de Finlandia, Suzanne Innes-Stubb, tuvo un papel central y cenó al lado del rey Guillermo de Holanda. Dio un paso al frente en materia de estilo y se ha llevado los halagos de la prensa internacional por su elección de un vestido verde oliva drapeado.
La princesa Amalia se reafirma como heredera
Parte de las miradas estuvieron puestas en la princesa heredera Amalia de Holanda, que a sus 22 años ya está plenamente integrada en la agenda de la Casa Real. Es una partícipe habitual en los recibimientos a mandatarios extranjeros, como en este caso el del presidente finlandés. La joven asistió a la cena de gala ataviada con un elegante vestido de tul en tono champán y escote en ‘V’. Se comentaron sus formas y conocimiento del protocolo en este tipo de eventos, así como su elección de joyas. Lució la tiara Bandeau de Diamantes que se creó para la reina Juliana, la bisabuela de Amalia, y que la reina Máxima de Holanda lució en su último día como princesa. En su aparente sencillez, luce una serie de brillantes que pesan más de 100 quilates en su conjunto
Las familias reinantes en Europa están acostumbradas a organizar este tipo de actos públicos, no así la española. En nuestro país no es habitual ver a los reyes Felipe VI y Letizia recibir a semejante lista de personalidades en el Palacio Real. Los últimos ejemplos que se tienen de estas galas se dieron hace dos semanas, cuando recibieron al presidente de Alemania Frank-Walter Steinmeier, y hace más de un mes, cuando homenajearon al sultán de Omán. También se dio una recepción excepcional en el Palacio Real por el aniversario de la restauración de la monarquía en España.
