Ana Obregón se defiende y aclara su relación con Epstein: «Le quise juntar con mi hermana»

Ana Obregón se ha pronunciado, esta misma tarde, sobre el artículo de The New York Times que la relaciona sentimentalmente con Jeffrey Epstein. La socialité ha querido confesar qué le une realmente al magnate —procesado por distintos delitos sexuales y que se suicidó en prisión— y si interfirió o no en la fortuna de su familia. «Estoy flipando con todo esto, porque no es plato de buen gusto. Me pone nerviosa unir mi nombre a un depravado así», ha comenzado diciendo en Y ahora, Sonsoles, el programa de Antena 3 en el que colabora.

«Acabo mi carrera como segunda de mi promoción y con el enfado de mis padres me voy a vivir a Nueva York para estudiar Arte Dramático. Allí me presentaron a Jeffrey Epstein. Pensé que era un chico muy guapo y muy mono. Me dijeron que era muy inteligente, trabajaba en Wall Street… Empezamos una amistad. Me propuso quedar a desayunar y me mandó a un chofer en un Rolls Royce que me llevó a clase. Poco a poco empezamos a vernos todos los días para desayunar a las 6.30», ha comentado, sobre cómo conoció al productor de cine, tal y como recogen desde ¡Hola!.

Las primeras palabras de Ana Obregón sobre su relación con Epstein

Por aquel entonces, Ana, que apenas había cumplido la veintena, salía con uno de sus novios más conocidos; Miguel Bosé. Además, la colaboradora ha contado que fue en un viaje a España cuando Epstein decidió acompañarla a casa, momento en el que conoció a su familia. «Mi padre empezó a trabajar con 11 años y trabajó como un animal toda su vida. No había ninguna relación económica de nada, no tiene nada que ver con mi familia», ha explicado, sobre las informaciones publicadas que apuntan a que Epstein ayudó a la familia García-Obregón a recuperar parte de su fortuna perdida. Su amistad duró unos daños, pero se fue enfriando con el paso del tiempo.

«Quién no va a cogerle cariño, estando sola en NY, te apare como un príncipe guapo y con dinero…», ha explicado sobre cómo fueron esos primeros momentos con Epstein. Además, ha confesado que quiso presentárselo a su hermana Amalia, por si surgía la chispa entre ambos, algo que finalmente no fue así. Y Epstein se marchó de España soltero —y entero—. Pero ¿qué dicen en el artículo sobre la relación de Ana Obregón y Epstein? En más de una hora de texto, el New York Times desgrana cómo el magnate americano logró hacerse oro, ayudando a distintos empresarios —con nacionalidades diversas— a recuperar su fortuna. Es más, en el propio artículo le tildan de cazarrecompensas —con más o menos suerte—.

Qué dice ‘The New York Times’

Como ya contamos en THE OBJECTIVE, el medio americano afirma que Obregón y Epstein comenzaron a salir al poco tiempo de que ella se mudara a la ciudad de los rascacielos. «En su primera cita, la llevó a toda velocidad por Manhattan en un Rolls-Royce. Ella quedó fascinada por su encanto y su belleza, pero al final solo quería ser su amiga», explican. Por ese momento, Epstein mantenía una relación con una Miss, algo que parece ser que no importó al empresario para empezar, según lo que comentan en el texto, un nuevo idilio. En ese momento, además, coincidió que la familia Obregón —según lo que rememoran en el periódico americano— estaba pasando por un proceso económico complicado.

«Los Obregón, junto con otras familias españolas adineradas, contrataron a Epstein para que les ayudara a localizar sus millones desaparecidos. Ahora sí que se había convertido en un cazarrecompensas», apuntan, devolviendo, de nuevo, la fortuna a sus dueños. Han sido varias las veces que Obregón ha tratado su relación de amistad con Epstein, una fue en las memorias que publicó hace unos años y, la otra, en una entrevista con Vanity Fair. «Me lo presentaron y conectamos enseguida. Vinieron mis hermanas a verme y todo el día con ellas por Nueva York. Tocaba el piano de cine. ¡Si vino a verme a Madrid y le presenté a mis padres! ¡Varias veces! En Nueva York siempre íbamos un grupo de cuatro: Jeff, Ludovico, que murió de sida, Anna Chu, que era sobrina de Marlon Brando, y yo», contó a la mencionada revista.

Además, confesó que Jeff era «maravilloso. Era un genio. Con 28 años ya era supermillonario. No sabes cómo se portó conmigo. Me llamaba a las 6:30 de la mañana todos los días para desayunar, porque ahí abre todo prontísimo. Y allá que iba. Éramos íntimos. Me ayudaba en todo. Íbamos para acá, para allá. Luego yo cogía el Metro para ir al Actors Studio y él me mandaba la limusina. A mí me daba vergüenza que me vieran mis compis y me bajaba una manzana antes». Aunque eso sí, su relación se acabó enfriando.

«Estoy un día en Miami, cuando viví allí, por 2014, y empiezo a ver una serie de un tío que se lleva a chicas jóvenes a su casa y le dan masajes y se acuesta con ellas. Y pienso: ‘Mira qué guarro’. Y de repente veo: Jeffrey Epstein. Digo: ‘¡No me lo puedo creer!’. Llamo a mi hermana: ‘Amalia, no te lo vas a creer’. Casi me muero. ¡Había estado en la cárcel! ¡Mira, mira! Y a los pocos días voy a hacerme unas fotos para la revista People o no sé para qué, y me ponen una estilista… ¡Era Anna Chu! ¿Tú te lo crees? Le digo: ‘Anna, ¿te has enterado de lo de Jeff? ¿Será verdad?», confesó sobre cómo se enteró sobre los escándalos relacionados con el magnate.