Música, medicina y deporte: las otras pasiones de Pablo Urdangarin y su novia más allá de ‘OT’

Pablo Urdangarin y Johanna Zott sorprendían a todos, este mismo lunes por la noche, con su aparición en la gala final de Operación triunfo. Los dos jóvenes ocupaban dos sitios en la grada del talent show, en unas imágenes que fueron grabadas por los allí presentes y que rápidamente se hicieron virales a través de las redes sociales. De esta manera, hemos podido conocer una de las pasiones más ocultas del hijo de la infanta Cristina y de Iñaki Urdangarin, quien siempre se ha mostrado muy discreto sobre su vida personal.

Desde hace años, el joven reside en Barcelona, donde su madre, en los últimos meses, se ha comprado un bonito piso. Allí juega, profesionalmente al balonmano. Es más, ha sido convocado con los Hispanos —la selección española de balonmano—, consagrándose, así, como uno de los rostros revelación del deporte. Así, Pablo está muy enfocado en su carrera profesional, que compagina con pequeñas escapadas con su novia, Johanna, quien está acabando la carrera de Medicina. Juntos llevan más de tres años, en una relación que está más que consolidada; la joven estuvo invitada al almuerzo de El Pardo, también ha viajado hasta Abu Dabi para ver al rey emérito y es muy normal verla en las gradas junto a la infanta Cristina.

Pablo Urdangarin y Johanna Zott sorprenden en la final de ‘OT’

Como decíamos, han sido contadas las ocasiones en las que Pablo Urdangarin ha aparecido públicamente. Es más, la última vez fue, el pasado jueves, cuando el joven apareció, por sorpresa, en la entrevista a Iñaki Urdangarin en La 2 Cat. Así, el que fuera duque de Palma protagonizó su primera aparición en televisión, donde habló de su paso por prisión, de su divorcio con la infanta Cristina y, también, de la pasión transmitida a su hijo por el balonmano. Pablo siempre ha intentado ser un chico sencillo, con una vida normal en Barcelona, aunque tras el divorcio de sus padres, los medios de comunicación comenzaron a interrogarle por las calles de la ciudad condal.

A pesar de la situación, Pablo siempre ha mantenido una sonrisa y ha atendido a la prensa con una gran amabilidad. Durante sus primeros nueve años vivió en Barcelona, donde empezó a familiarizarse con el deporte y la vida cotidiana antes de que su familia se trasladara al extranjero por la presión mediática derivada del caso Nóos. Ya como joven adulto, ha fijado su residencia en Barcelona de manera estable, viviendo en un barrio residencial de alto nivel, habitual en familias con recursos como Pedralbes, donde se encuentra su vivienda actual y que refleja una vida cómoda y centrada en la ciudad. Barcelona es también el lugar donde ha desarrollado su carrera deportiva de balonmano. Tras formarse en categorías juveniles y jugar con el FC Barcelona en su filial, finalmente continuó su trayectoria profesional con el Fraikin BM Granollers, un club cercano a la capital catalana donde ha consolidado su posición como lateral derecho y donde ha logrado destacar en la Liga Asobal. 

Su pasión compartida por la vida cultural, Barcelona y los viajes

Además de balonmano, Pablo combina su vida deportiva con estudios relacionados con el deporte, como la carrera de Sports Management —es decir, gestión deportiva—, que cursa en Barcelona, mostrando su interés por entender el negocio y la organización del deporte más allá de su propio papel dentro de la pista. Allí también ha desarrollado distintas relaciones y amistades en la ciudad. Fue en Barcelona donde nació su relación con Johanna, una joven de 24 años, que estudia Medicina, sus últimos años, en Barcelona. Fue precisamente durante sus años de estudios en el Liceo Francés de Barcelona donde se conocieron Pablo y Johanna, aunque su relación sentimental comenzó más adelante, una vez que ambos pasaron su etapa escolar.

Desde entonces, la pareja ha mostrado una relación consolidada y cercana. Johanna ha acompañado a Pablo en muchos de sus compromisos deportivos —especialmente en los partidos del Fraikin BM Granollers, donde él juega profesionalmente— y se ha convertido en su mayor animadora en las gradas, en ocasiones acompañada de su propia madre o de miembros de la familia Urdangarin. En esos momentos, además, no han escondido su amor a la prensa y se han mostrado cariñosos con besos, abrazos y gestos afectivos en presencia, también, por ejemplo, de la infanta Cristina o de su prima, Alexia de Grecia.

Como decíamos, ambos mantienen una relación que, aunque al inicio fue discreta, con el tiempo se ha hecho más visible y aceptada socialmente, sin perder ese aire de normalidad que caracteriza su día a día en Barcelona. Recientemente se les ha visto juntos incluso en eventos públicos como la final de Operación triunfo 2025, en la que acudieron como «fans más» disfrutando del espectáculo. Así, los dos han confirmado que tienen múltiples intereses más allá del deporte y de la medicina. Es más, Pablo es un apasionado del pop y la música contemporánea, y suele compartir en redes sociales playlists o canciones que le gustan, lo que indica que la música forma parte de su vida cotidiana y de su manera de relajarse fuera del balonmano.

Con Johanna Zott, comparte varias pasiones que refuerzan su relación. La más evidente es el deporte: ella lo acompaña a partidos y entrenamientos, apoya activamente su carrera y ambos disfrutan de actividades físicas juntos, desde ejercicio al aire libre hasta eventos deportivos. Además, comparten intereses en viajes y cultura, aprovechando su tiempo libre para descubrir lugares nuevos y disfrutar de la gastronomía y la historia de distintas ciudades. Otra pasión que los une es la vida social discreta y cercana a la familia, ya que ambos valoran pasar tiempo con amigos y familiares en ambientes íntimos y reservados, lejos del sensacionalismo mediático. También muestran afinidad por eventos culturales y musicales, lo que incluye conciertos o actuaciones en directo, reforzando la conexión personal que tienen fuera del deporte.