La pintoresca villa de Mallorca donde Pablo Isla pasa su tiempo tiene un bello castillo medieval
El presidente de Nestlé suele divertirse en la isla, donde lleva acudiendo, desde hace años, junto a su familia

Pablo Isla, junto a su mujer. | Gtres
Pablo Isla está muy centrado en su carrera dentro de Nestlé. Después de una etapa fructífera en Inditex, y labrar una buenísima amistad con Amancio Ortega, Isla intenta desconectar, siempre que puede, en Mallorca. Es en la isla donde el empresario disfruta de momentos en compañía de su mujer, sin pensar en lo que tiene que ver con su trabajo y, sobre todo, disfrutando de las bondades del lugar; con una zona de naturaleza, otra de mar y con aguas cristalinas y arena blanca.
Pablo Isla nació a principios de 1964 en la ciudad de Madrid. Es uno de los empresarios españoles más influyentes y reconocidos a nivel internacional, conocido principalmente por su larga trayectoria al frente de Inditex, el grupo textil propietario de marcas como Zara, Massimo Dutti y Pull&Bear. Su figura destaca por combinar liderazgo empresarial, visión estratégica y discreción personal. Isla proviene de una familia con tradición profesional, lo que le permitió recibir una educación sólida y rigurosa. Se licenció en Derecho y Administración de Empresas en la Universidad Complutense de Madrid y posteriormente obtuvo un MBA en IESE Business School, donde consolidó su formación en gestión y dirección de empresas.
La conexión de Pablo Isla con Mallorca

Antes de unirse a Inditex, trabajó en el ámbito financiero y corporativo: ocupó puestos en Arthur Andersen y posteriormente en Altadis y otras compañías del sector empresarial español, acumulando experiencia en consultoría, estrategia y gestión corporativa. Esta trayectoria inicial le proporcionó una visión global del mundo empresarial y la disciplina para tomar decisiones estratégicas complejas. Pablo Isla se incorporó a Inditex en 2005 como presidente y director ejecutivo, cargo que desempeñó hasta 2022. Durante su mandato, el grupo experimentó un crecimiento exponencial y una transformación profunda. Es más, bajo su batuta, Inditex amplió, significadamente, su presencia global, entrando en nuevos mercados y consolidando su posición como líder mundial en retail de moda.
También, Isla impulsó la integración del comercio online con las tiendas físicas, anticipándose a tendencias que hoy son estándares en el sector. Además, implementó políticas de sostenibilidad, como reducción de residuos, eficiencia energética y compromiso con la cadena de suministro, posicionando a Inditex como un referente en responsabilidad corporativa. Durante su mandato, Inditex duplicó su valor en bolsa y se consolidó como una de las empresas españolas con mayor proyección internacional. Su estilo de gestión se caracteriza por disciplina, discreción y rigor, evitando protagonismos mediáticos innecesarios y apostando por decisiones estratégicas basadas en datos, eficiencia y visión a largo plazo.
Capdepera, una villa medieval con un castillo medieval
Pablo Isla ha sido reconocido a nivel nacional e internacional por su capacidad de liderazgo, visión estratégica y eficacia en la gestión corporativa. Es admirado por su forma de combinar crecimiento económico con responsabilidad social y sostenibilidad, y por su habilidad para mantener la cultura corporativa de Inditex en expansión global sin perder identidad. Para salir un poco de la rutina, siempre que puede, Isla se escapa a Mallorca, concretamente a Capdepera, un municipio pintoresco que se remonta al año 1300, cuando fue fundado como población fortificada por orden del rey Jaume II.

Su símbolo más visible es el castillo medieval que domina el caserío desde una colina, con murallas y torres que ofrecen vistas panorámicas del paisaje y, en días claros, incluso del mar y la isla de Menorca. El casco antiguo conserva ese trazado tradicional con calles estrechas empedradas, casas de piedra y una atmósfera que recuerda a épocas pasadas, lo que le da al pueblo un carácter muy especial. Aunque el núcleo tradicional tiene ese aire histórico, Capdepera forma parte de un entorno que incluye bellísimas zonas de costa y pequeñas localidades costeras, como Cala Ratjada y Cala Mesquida, famosas por sus playas de aguas cristalinas y dunas protegidas. A pocos kilómetros también se encuentran calas más tranquilas y rincones naturales que permiten disfrutar de la naturaleza mediterránea sin aglomeraciones.
Tranquilidad, sin turismo y poco ostentoso
Capdepera no es solo un destino veraniego, sino también un lugar donde muchos residentes viven todo el año. Tiene unos 12.000 habitantes, servicios básicos, comercio local, mercados semanales y un ambiente que mezcla tradición y vida mediterránea auténtica. La vida allí transcurre con un ritmo más pausado y apacible que en las zonas turísticas del oeste de Mallorca, y ofrece tanto tranquilidad como actividades culturales, como mercados y fiestas tradicionales. Son muchas las personas que buscan cierta tranquilidad, como en el caso de Isla, los que se decantan por este lugar como su sitio de vacaciones. Esto se debe a que posee un ambiente más discreto y menos expuesto al turismo masivo, comparado con Palma o Magaluf.

También, cuenta con acceso a playas y calas hermosas sin el bullicio de los centros turísticos grandes. Además, el paisaje histórico y cultural, con un patrimonio arquitectónico de siglos que da un marco especial a la estancia. De la misma forma posee buena conectividad y servicios, desde restaurantes tradicionales hasta rutas de senderismo y deporte al aire libre. A diferencia de otras zonas de Mallorca, Capdepera no es un pueblo exclusivamente turístico. Aquí vive gente todo el año: familias locales, pequeños comerciantes, artesanos y residentes que valoran la tranquilidad. Hay bares tradicionales, plazas donde se conversa al atardecer, un mercado semanal y fiestas populares que mantienen vivas las tradiciones. El ambiente es discreto, familiar y muy poco ostentoso.
Uno de sus grandes atractivos es la combinación de interior histórico y costa cercana. Aunque el pueblo no está directamente en primera línea de mar, a pocos minutos en coche se encuentran algunas de las playas y calas más valoradas de Mallorca, como Cala Mesquida, Cala Agulla o Cala Moltó, con aguas limpias, dunas protegidas y naturaleza bien conservada. Esto permite disfrutar del mar sin vivir en una zona saturada.
