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Javier Aguilar, el marido arquitecto de Cristina Cifuentes, se arruinó «por completo» dos veces

La expolítica se declara que su marido, Francisco Javier Aguilar, «indudablemente es el hombre de mi vida»

Javier Aguilar, el marido arquitecto de Cristina Cifuentes, se arruinó «por completo» dos veces

Francisco Javier Aguilar Viyuela y Cristina Cifuentes asisten a un evento en Madrid en 2024. | | Europa Press

Cristina Cifuentes se considera «muy afortunada en el amor». Lleva 37 años casada con su marido, el arquitecto Francisco Javier Aguilar Viyuela, y todavía mantiene una proyección de futuro a su lado. Admite que esta unión ha permanecido fuerte a pesar de las dificultades internas y externas que la vida le ha puesto en su camino, como las dos crisis económicas que llevaron a la ruina a la familia que habían formado. No se corta al confesar que este matrimonio le ha sostenido en sus crisis más profundas, como su salida de la política madrileña en 2018 o su estado de coma tras un accidente en 2013.

No es habitual que Cristina Cifuentes abra su corazón a la prensa. En sus años de servicio público -desde 1991- siempre mantuvo con discreción esta faceta de su vida, cubriendo a su marido y a sus hijos de la exposición mediática. Incluso fuera de la actividad política, ha tratado de cuidar la privacidad de los suyos y desviar la atención sobre su persona hacia otros puntos de interés. Esta semana ha decidido saltarse su propia regla y comentar este lado más íntimo de su vida en el podcast Zodiac de Vanitatis. Allí, ha declarado su agradecimiento a los que han permanecido junto a ella en estos últimos años, además de exponer alguno de los momentos críticos de su relación con Javier, como ella llama cariñosamente a su esposo.

El hombre de la vida de Cristina Cifuentes

«Mi marido indudablemente es el hombre de mi vida», afirma con rotundidad la expolítica en el programa. Comenta que es complicado mantener el amor durante tantos años, 37 en su caso, y que es «afortunada» por haberlo logrado. En su testimonio, plantea uno de los retos con los que se ha encontrado en estas décadas de convivencia con su marido: «Muchas veces no tiene que pasar nada, sino simplemente el propio desgaste de la convivencia. O que todos evolucionamos y, a lo mejor, tu pareja evoluciona en un sentido y tú en otro. Cuando te quieres dar cuenta estás viviendo con otra persona que no era aquella persona de la que tú te enamoraste», plantea desde su experiencia.

Cristina Cifuentes da un consejo en su entrevista para cuidar una relación a largo plazo: «Para que funcionen tiene que haber complicidad en el sentido de divertirte, divertirte juntos. Por un lado, que te guste hacer algunas cosas juntos, pero por otro lado respetar que la otra persona pueda tener su vida y que la otra persona respete que tú tengas tu vida». Es algo que ella misma ha tenido que gestionar junto al arquitecto, al que, confiesa, ha dado toda la libertad que ha podido. «Mi marido Javier sabe que él tiene libertad absoluta para hacer lo que le dé la gana. Si se quiere marchar de viaje con sus amigos y quiere salir, a mí no me importa. Lo único que me lo diga para no preocupar», afirma sin dar rodeos.

Superaron dos crisis profundas

La letrada de 61 años también confiesa haber sufrido dos grandes crisis económicas a causa del trabajo de su marido. «Yo he tenido muchos problemas económicos porque mi marido es arquitecto, ha tenido que pasar —y la gente que tenga familiares en el mundo de la construcción sabe de lo que estoy hablando— por dos crisis importantes que a él le han llevado a arruinarse por completo», expone por primera vez. Asimismo, explica que pudieron salir de estos dos baches gracias a sus ingresos en el Gobierno de la comunidad de Madrid. La estructura familiar tuvo que «reinventarse» durante unos años para «pagar deudas que él tenía contraídas en su estudio de arquitectura».

Por estas grandes deudas que generó su marido, «ha habido muchas épocas en las cuales yo he tenido que mantener íntegramente a la familia, cosa que no me ha importado en absoluto». Su situación económica actual es privada, ya que sus trabajos en la televisión y en la universidad no le requieren presentar una declaración de patrimonio. Los últimos datos que tuvo que aportar en este sentido son de 2015, cuando fue nombrada presidenta de la Comunidad de Madrid. Entonces, su patrimonio estaba compuesto exclusivamente por 26.392 euros. No declaró poseer ningún inmueble, vehículo o bien de alto valor. «Ahora tengo un patrimonio muy similar al que tenía cuando estaba en política», aclara.

Javier y Cristina ‘hijos’

Este no es el único bache que ha superado en su matrimonio. «Muchos más en la vida. Nosotros hemos superado muchas cosas y cosas de salud», revela la expolítica sobre su experiencia en pareja. Cristina y Javier han pasado por momentos difíciles en muchos sentidos, como la crianza de sus hijos. El matrimonio ha tenido dos hijos a los que llamó con sus mismos nombre. Javier y Cristina hijos ya son adultos y han acompañado a sus padres en algún que otro evento público. Ella fue portada de revista en 2023 por su boda, en la que Javier y Cristina padres ejercieron de padrinos orgullosos. En su entrevista ha recordado que, además, es «madre de gatos». Con esto y lo que llegue en el futuro, Cristina define su vida privada como «difícil pero feliz».

Su marido y sus hijos han sido las «víctimas colaterales», como las llama el entrevistador, del sufrimiento que ha acompañado a Cristina Cifuentes a lo largo de su vida y, en concreto, a sus causas judiciales. La madrileña no acudió a ayuda externa para gestionar la presión que estas situaciones conllevan, «ni he tenido que ir a un psiquiatra ni a un psicólogo». Ahora bien, no pudo evitar el sufrimiento de la gente que quiere. En este punto menciona explícitamente a su marido y sus dos hijos, así como a su madre y sus hermanos. «Eso es horroroso porque no solamente no puedes hacer nada, sino que te da una sensación de impotencia, incluso de culpabilidad terrorífica».

El amor entre la política y la televisión

Cristina Cifuentes dedica unas palabras para explicar sus planes de jubilación. «Yo no me voy a poder jubilar porque soy funcionaria de la Universidad Complutense, aunque en estos momentos estoy en excedencia», explica en el programa. Es un cese temporal de la actividad mientras dedica su tiempo a colaborar en programas de televisión. «Estoy trabajando en televisión y desgraciadamente, excepto que volviera a mi plaza en la universidad, los autónomos no nos podemos jubilar nunca en la vida», comenta. No ha tomado la decisión todavía pero pronto podríamos verla de vuelta en la docencia: «Me estoy planteando, llevo un tiempo planteándome el volver a la universidad, pero todavía no he tomado una decisión». Hasta que ese momento llegue, la televisión será su «modo de vida».

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