Golpe de Estado en Birmania: el Ejército toma el poder y detiene a Aung San Suu Kyi y parte del Gobierno
Birmania ha amanecido este lunes con un golpe de Estado militar después de años de poder compartido entre el gobierno civil y los militares, todavía muy poderosos en Myanmar (Birmania). El Ejército de Birmania ha detenido a la Nobel de la Paz y jefa de facto del gobierno civil, Aung San Suu Kyi, al presidente Win Myint, entre otros miembros del Gobierno, ha declarado el estado de emergencia por un año y ha colocado a generales en puestos clave.
Las claves del golpe: los militares llevan varias semanas denunciando fraude electoral en las elecciones legislativas de noviembre, que ganó por amplia mayoría la Liga Nacional para la Democracia (LND), el partido de Aung San Suu Kyi. Este golpe de Estado, condenado por varios países, es necesario para preservar la «estabilidad» del Estado, han afirmado los militares en un anuncio en su cadena de televisión, NAME.
Los militares acusan a la comisión electoral de no haber subsanado las «enormes irregularidades» que se produjeron, según ellos, durante las elecciones legislativas de noviembre, que ganó por amplia mayoría el partido de Aung San Suu Kyi, la Liga Nacional para la Democracia (LND), en el poder desde las elecciones de 2015.
Myo Nyunt, portavoz del partido Liga Nacional para la Democracia (LND), encabezado por Suu Kyi, confirmó al diario The Irrawaddy la detención de la líder, además del presidente birmano, Win Myint, y otros miembros de la formación política. «Este es un intento de golpe militar, aunque (el Ejército) pueden afirmar que no lo es», indicó al medio local el portavoz al señalar que los militares han ««obligado» al presidente a convocar una reunión urgente por seguridad nacional «para entregarles oficialmente el poder».
El poderoso Ejército de Myanmar, que mediante una sucesión de juntas militares gobernó el país durante casi medio siglo, rechazó el sábado los rumores y garantizó en un comunicado su compromiso con la defensa de la Constitución.
Los militares, que redactaron la actual Constitución en un plan de ruta para lograr una «democracia disciplinada», cuentan con grandes poderes en el país, ya que ostentan el 25% de los escaños del Parlamento y los influyentes Ministerios del Interior, Fronteras y Defensa.
La aplastante victoria electoral de Suu Kyi demostró su gran popularidad en Birmania, a pesar de su mala reputación internacional por las políticas contra la minoría rohinyá, a la que gran parte se le niega la ciudadanía y el voto, entre otros derechos.
El miércoles, el jefe del Ejército, Min Aung Hlaing, señaló en un discurso ante el personal castrense que se debería abolir la Constitución si esta no se cumple, lo que había sido interpretado como una amenaza velada en un país que estuvo sometido a una dictadura militar entre 1962 y 2011, cuando se inició la transición hacia la democracia.