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Medio Ambiente

Una ola de calor destruye un 30% de los corales de la Gran Barrera australiana

Una ola de calor que duró nueve meses destruyó un 30% de los corales de la Gran Barrera australiana, según un estudio publicado este jueves en la revista Nature que ha revelado los dañinos efectos del cambio climático. El informe ha desvelado que, durante una ola de calor que se produjo entre marzo y noviembre de 2016, la barrera sufrió una pérdida «catastrófica» cuyas consecuencias fueron peores de lo que se pensaba hasta el momento. 

Una ola de calor destruye un 30% de los corales de la Gran Barrera australiana

Reuters

Una ola de calor que duró nueve meses destruyó un 30% de los corales de la Gran Barrera australiana, según un estudio publicado este jueves en la revista Nature que ha revelado los dañinos efectos del cambio climático. El informe ha desvelado que, durante una ola de calor que se produjo entre marzo y noviembre de 2016, la barrera sufrió una pérdida «catastrófica» cuyas consecuencias fueron peores de lo que se pensaba hasta el momento.

Este descubrimiento se suma a los cuatro episodios de blanqueo de corales que se han producido hasta ahora en el arrecife —en 1998, 2002, 2016 y 2017— a causa del aumento de la temperatura del agua. El blanqueo provoca que los corales expulsen las algas simbióticas que les dan su color y sus nutrientes y constituye un grave problema para los océanos, que ha afectado especialmente a la parte septentrional del mayor conjunto coralino del mundo.

Los arrecifes cubren menos del 0,2% de la superficie de los océanos, pero albergan el 30% de las especies animales y vegetales marinas y las protegen contra sus depredadores.

«Este debilitamiento coralino ha provocado cambios radicales en la variedad de las especies en cientos de arrecifes individuales, donde comunidades maduras y diversificadas se han convertido en sistemas más degradados, donde sólo sobreviven algunas especies resistentes», ha comentado el científico Andrew Baird.

Los corales más amenazados por estas circunstancias climáticas son los ramificados, que sirven de refugio para los peces jóvenes, según ha explicado Terry Hugues, coautor del trabajo y director del centro de estudio de los arrecifes coralinos de la Universidad James Cook; mientras que los que mejor soportan el calor son los corales lisos, «con forma de melón».

Los investigadores que han llevado a cabo el estudio han hecho un llamamiento a la protección de los corales supervivientes, estimados en cerca de 1.000 millones, que «son los que van a volver a ocupar los arrecifes alterados», según asegura Hugues. En este sentido, el investigador ha pedido que se mejore la calidad del agua mediante la reducción de la contaminación costera. «Si continuamos con nuestras emisiones de gases de efecto invernadero como si nada, no creo que la barrera sobreviva«, ha alertado Hugues, informa Afp.

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