Haití, sin paz: el huracán Matthew mató a más de 1.000 personas
La mayoría de las muertes tuvieron lugar en las ciudades y pueblos de pescadores de todo el extremo occidental de la península de Tiburón, en el suroeste de Haití. Las víctimas fallecieron al ser alcanzadas por árboles, escombros o por la crecida de los ríos. La costa de Roche-a-Bateau fue la más afectada. «Nunca he visto nada como esto, todo el mundo es una víctima», indicaba Paul Louis Raphael, representante del Gobierno central en Roche-a-Bateau. Tras el paso de Matthew, ahora el país caribeño se enfrenta a algo mucho peor, una epidemia de cólera. Tras el huracán se han registrado cerca de 800 casos de cólera en la zona sur y meridional del país. Según Médicos del Mundo (asociación internacional que trabaja desde 1989 sobre el territorio), «la situación es extremadamente preocupante». Por su parte, las autoridades advierten que el agua contaminada y la ausencia de medidas de higiene ponen en riesgo la salud de miles de ciudadanos. Ante tal situación, Naciones Unidas hizo un llamamiento urgente al mundo para recaudar 120 millones de dólares en ayuda. El huracán Matthew fue la decimocuarta tormenta de la temporada de huracanes en el Atlántico de 2016 y el quinto que alcanza la categoría de huracán. El 30 de septiembre, Matthew se convirtió en un poderoso huracán, cinco días después entraba en las Antillas Mayores con vientos de 230 km/h afectando a la República Dominicana, Haití y Cuba. En este último país la cifra de muertos fue cero.
El pasado octubre, Haití fue duramente azotado de nuevo. Cuando aún no se había recuperado del terremoto que en 2010 acabó con la vida de más de 200.000 personas, Matthew, un devastador huracán que azotó la zona del Caribe, se cebó con Haití, uno de los países más pobres de la tierra. Más de 1.000 personas fallecieron y 1,4 millones en todo el país necesitan asistencia.
La mayoría de las muertes tuvieron lugar en las ciudades y pueblos de pescadores de todo el extremo occidental de la península de Tiburón, en el suroeste de Haití. Las víctimas fallecieron al ser alcanzadas por árboles, escombros o por la crecida de los ríos. La costa de Roche-a-Bateau fue la más afectada. «Nunca he visto nada como esto, todo el mundo es una víctima», indicaba Paul Louis Raphael, representante del Gobierno central en Roche-a-Bateau. Tras el paso de Matthew, ahora el país caribeño se enfrenta a algo mucho peor, una epidemia de cólera. Tras el huracán se han registrado cerca de 800 casos de cólera en la zona sur y meridional del país. Según Médicos del Mundo (asociación internacional que trabaja desde 1989 sobre el territorio), «la situación es extremadamente preocupante». Por su parte, las autoridades advierten que el agua contaminada y la ausencia de medidas de higiene ponen en riesgo la salud de miles de ciudadanos. Ante tal situación, Naciones Unidas hizo un llamamiento urgente al mundo para recaudar 120 millones de dólares en ayuda.
El huracán Matthew fue la decimocuarta tormenta de la temporada de huracanes en el Atlántico de 2016 y el quinto que alcanza la categoría de huracán. El 30 de septiembre, Matthew se convirtió en un poderoso huracán, cinco días después entraba en las Antillas Mayores con vientos de 230 km/h afectando a la República Dominicana, Haití y Cuba. En este último país la cifra de muertos fue cero.