Harvey Weinstein, acusado de nuevos casos de violación en Los Ángeles al comenzar su juicio en Nueva York
El productor es juzgado en Nueva York solamente por agresiones contra dos mujeres, ya que los demás delitos han prescrito
Harvey Weinstein, el todopoderoso productor de Hollywood, ha sido inculpado este lunes de nuevos crímenes sexuales en Los Ángeles, el mismo día que se inicia su juicio penal en Nueva York. Weinstein, de 67 años, ha llegado a la Corte Suprema, ayudándose de un andador, donde estaban convocadas su defensa y la Fiscalía para ultimar los detalles de un proceso que se ha retrasado varias veces al tiempo que sus abogados «hacían, rehacían y rerehacían» mociones, según ha ironizado el juez James Burke.
Casi 90 mujeres, entre las que se encuentran actrices como Angelina Jolie y Gwyneth Paltrow, han denunciado a Weinstein por acoso, agresión sexual o violación desde que el diario The New York Times publicó varias acusaciones en su contra el pasado 5 de octubre de 2017. Pero el productor es juzgado en Nueva York solamente por agresiones contra dos mujeres, ya que los demás delitos han prescrito. Lo mismo ha ocurrido en Los Ángeles, donde la fiscalía ha investigado casos de violación que datan de los años 1970 que ya no pueden ser juzgados.
La primera agresión de la que es acusado habría ocurrido el 18 de febrero de 2013, cuando según la fiscalía, Weinstein entró sin permiso a la habitación de hotel de una mujer y la violó. Al día siguiente, supuestamente agredió sexualmente a otra mujer en su habitación de un hotel en Beverly Hills. «Las pruebas demostrarán que el acusado utilizó su poder e influencia para tener acceso a sus víctimas y luego cometer crímenes violentos contra ellas», ha dicho la fiscal Jackie Lacey en un comunicado.
Cuando el productor ha llegado a la corte en Manhattan unas 15 mujeres protestaban, incluidas las actrices Rosanna Arquette y Rose McGowan. «Se acabó el tiempo del acoso sexual en el trabajo, se acabó el tiempo de echarle la culpa a las sobrevivientes, se acabó el tiempo de las disculpas vacías sin consecuencias y de la cultura generalizada del silencio que ha permitido actuar a abusadores como Weinstein», ha sostenido Arquette.