La huelga de pilotos de Ryanair afecta a 14.000 personas en España
La aerolínea de bajo coste irlandesa Ryanair se enfrenta este viernes a un nuevo conflicto a escala europea, con la primera huelga de pilotos coordinada en cinco países, con la que piden la mejora de sus condiciones de trabajo. En España, la huelga afecta a más de 14.000 viajeros. La compañía ha suspendido 78 trayectos con origen o destino a alguna ciudad española.
Reuters
La aerolínea de bajo coste irlandesa Ryanair se enfrenta este viernes a un nuevo paro, con la primera huelga de pilotos coordinada en cinco países, con la que piden la mejora de sus condiciones de trabajo. En España, la huelga afecta a más de 14.000 viajeros. La compañía ha suspendido 78 trayectos con origen o destino a alguna ciudad española.
A la movilización, en pleno periodo vacacional, se han sumado los pilotos de Alemania, Bélgica, Suecia, Irlanda y Holanda. En total, la compañía ha cancelado casi 400 vuelos, lo que afecta a más de 55.000 pasajeros, 42.000 de ellos en Alemania.
La compañía ha informado a través de su cuenta de Twitter de que, a pesar de la “injustificada huelga”, el 85% de sus vuelos están asegurados. “Más de 2.000 vuelos operarán normalmente, transportando a casi 400.000 pasajeros en Europa”. Además, asegura que la mayoría de pasajeros afectados ya han sido asignados a otro vuelo de la compañía.
Update for Friday August 10th: pic.twitter.com/g9qWugyRr0
— Ryanair (@Ryanair) 9 de agosto de 2018
Esta huelga es la segunda a la que hace frente Ryanair este verano. A finales de julio, unos 600 vuelos fueron cancelados y más de 100.000 pasajeros se vieron afectados por una huelga del personal de cabina de España, Italia, Portugal y Bélgica.
Los sindicatos de pilotos acusan a la compañía de llevar a cabo una política salarial agresiva y de recurrir a contratos precarios. Denuncian que, cuando puede, Ryanair impone contratos de trabajo irlandeses más flexibles al personal de vuelo, aunque vivan en otras partes de Europa. Para justificar este hecho, la compañía se basa en que la mayor parte del trabajo se realiza a bordo de aviones matriculados en Irlanda.
Entre otras reivindicaciones, los sindicatos reclaman subidas de sueldo, la integración de los interinos y que los contratos de trabajo sean acordes a los países de residencia de los pilotos.
