Hungría acusa a Alemania de «mezclar deporte y política» por querer iluminar el estadio de Múnich con la bandera LGTBI
El Gobierno húngaro ha criticado este lunes como «dañinos y peligrosos» los planes del Ayuntamiento de Múnich de iluminar esta semana durante el partido entre Alemania y Hungría en la Eurocopa el estadio Allianz Arena con los colores del arcoiris en apoyo de la comunidad LGTBI del país centroeuropeo.
En contexto: el ayuntamiento de Múnich, gobernado por el socialdemócrata Dieter Reiter, propone que el famoso Allianz Arena, hogar del Bayern de Múnich, se ilumine con los colores del arcoiris y que ondeen banderas de los mismo colores en apoyo de la comunidad LGTBI de Hungría. La resolución del ayuntamiento destaca explícitamente que se trata de mostrar solidaridad con la comunidad LGTBI en Hungría tras la aprobación de una legislación homófoba en ese país la semana pasada, y tras la polémica por la investigación de la UEFA al capitán alemán, Manuel Neuer, por lucir el brazalete con la bandera LGTBI. Será precisamente la UEFA la que tendrá que dar su visto bueno a la iluminación del estadio con los colores del arcoiris.
El ministro de Exteriores húngaro, Péter Szijjártó, ha dicho en declaraciones a la prensa de su país al margen de una reunión ministerial en Bruselas que «en la propuesta de iluminar (el estadio) se detecta claramente la intención de mezclar la política con el deporte, porque todo el mundo sabe de qué se trata». Para el jefe de la diplomacia húngara se trata de algo «muy dañino y peligroso». Múnich suma su voz a los que en Europa condenan la política del primer ministro húngaro, Viktor Orban, considerada discriminatoria contra las minorías sexuales.
El Gobierno ultranacionalista húngaro aprobó con su mayoría absoluta en el Parlamento una polémica normativa que prohíbe, entre otros, hablar sobre homosexualidad en los programas escolares y que ha sido calificada de «homófoba» por la oposición progresista y por diveras ONG internacionales. Estas asociaciones temen que la ley, bajo el supuesto paraguas de «proteger los derechos de los niños», cancele programas de educación sexual y de género o censure libros, series o películas donde se evoque la homosexualidad.
«La pornografía y los contenidos que representen la sexualidad o promuevan la desviación de la identidad de género, el cambio de sexo o la homosexualidad no deben ser accesibles a menores de 18 años», dice el texto consultado por la AFP. La ley fue aprobada por 157 votos a favor y uno en contra en el Parlamento, controlado por el partido Fidesz de Orban, durante una sesión transmitida en directo por los medios que fue boicoteada por gran parte de la oposición. Szijjártó ha defendido este lunes la legislación diciendo que solo pretende defender los derechos de los menores. «Hemos aprobado una ley en defensa de los niños húngaros y contra la que ahora en Europa Occidental protestan», ha asegurado el ministro.