Las grandes eléctricas mantienen su política de retribución al accionista en una coyuntura de crisis energética y en la que el consumidor está pagando los platos rotos. Empresas como Iberdrola, Naturgy y Endesa defienden que no se están beneficiando de los altos precios de la electricidad y del gas [ambos en máximos históricos], sino todo lo contrario.
De hecho, aseguran que no sacan partido de ello porque fijan los precios de los clientes por adelantado y que dicha coyuntura incluso les perjudica. La compañía que preside Ignacio Sánchez Galán presentó la semana pasada resultados hasta septiembre y reportó un beneficio de 2.408 millones de euros, un 10,2% menos frente al mismo periodo de 2020.
Según la empresa, esto se debe a los precios de la energía. Según previsiones del operador del mercado Omie, la electricidad se situará este miércoles en 154,29 euros el megavatio hora (MWh) en el mercado mayorista. Por su parte, el gas marcará los 69,25 euros/MWh, según el Mercado Ibérico del Gas (Mibgas).
Pues bien, en este contexto, la eléctrica más grande de España y segunda del mundo ratifica su idea de pagar un dividendo de 0,44 euros por acción con cargo a los resultados de 2021. La retribución en 2020 fue de 0,422 euros por título, un 5,5% más que el año anterior.
De su lado, Naturgy abonará un total de 1,2 euros por acción en tres pagos: el primero de 0,3 euros tras la presentación de resultados del primer semestre, otro de 0,4 euros una vez informe de las cuentas del tercer cuarto y un último de 0,5 euros tras la junta general de accionistas.
No obstante, hay que señalar que, aunque no reduce la retribución para este curso, sí lo ha hecho respecto a su plan estratégico anterior. Hasta 2025 establece un pay out (cantidad del beneficio que destina la empresa a los dividendos) del 85%, frente al 120% que tenía estipulado en el anterior para el periodo 2018-2022.
Naturgy revisará su política de dividendos en 2023 según el desempeño y transformación de su actual plan. El presidente de la compañía, Francisco Reynés, ha afirmado que este nivel es «un suelo». Durante el proceso de la OPA que lanzó IFM, el presidente del fondo australiano en España, Jaime Siles, llegó incluso a pedir la eliminación total del dividendo para asegurar el plan inversor de la empresa, mientras Reynés le respondió que es un «pilar fundamental».
De la misma manera, Endesa reducirá su pay out progresivamente desde el 100% de 2020% a un 80% en 2021 y a un 70% para 2022 y 2023 con el objetivo de con el objetivo reforzar sus inversiones en renovables en España, pero no por la situación actual.
Dividendos «atractivos y sostenibles»
El analista de Renta4 Ángel Pérez señala a THE OBJECTIVE que el dividendo de la energética que dirige José Bogas es el más rentable de las integradas [en 2020 pagó 2,01 euros por acción]. En opinión de Pérez, los dividendos de las eléctricas son «atractivos, sostenibles y con elevado grado de visibilidad».
«No han recortado dividendos porque en general el impacto de la COVID-19 ha sido muy limitado [gran parte de sus negocios son regulados y otros con contratos a largo plazo] y su capacidad para generar caja permite la sostenibilidad de los mismos. Además, en sus planes estratégicos fijaban crecimiento del dividendo gracias al incremento de sus beneficios en la mayoría de los casos», argumenta.
Repsol premia a sus inversores
En otras empresas, el dividendo es independiente del resultado contable y no existe un pay out, sino que el reparto se fija en función de las expectativas de generación de caja. Más suerte tendrán los accionistas de Repsol. La petrolera los premiará el año que viene con un dividendo de 0,63 euros por título, un 5% más de lo previsto inicialmente.
En concreto, abonará 0,30 euros brutos el próximo 11 de enero y otros 0,33 como dividendo complementario a mediados de año. Según el plan estratégico que presentó a finales de noviembre del año pasado, los inversores recibirían 0,6 euros en 2022, pero ha decidido recompensarlos por sus buenos resultados tras la pandemia.
Dentro del sector, Enagás ya anticipó en febrero que repartiría un dividendo de 1,70 euros por acción con cargo a los resultados de 2021, lo que supone una subida del 1% respecto a los 1,68 euros que distribuyó en 2020.