Casi 3.000 policías movilizados para encontrar al preso que huyó en helicóptero de una cárcel francesa
El Gobierno francés ha reconocido este lunes que podría haber cometido errores que habrían permitido la fuga de Reoine Faïd, el enemigo público número uno de Francia —como lo han calificado varios medios locales—, quien el domino huyó en helicóptero de la cárcel de Réau, ubicada en la región de París.
El Gobierno francés ha reconocido este lunes que podría haber cometido errores que habrían permitido la fuga de Reoine Faïd, el “enemigo público número uno” de Francia —como lo han calificado varios medios locales—, quien el domingo huyó en helicóptero de la cárcel de Réau, ubicada en la región de París. Allí, Faïd cumplía una pena de 25 años por organizar el atraco a un furgón blindado que provocó la muerte de una policía en 2010, y por fugarse de la prisión en 2013, tras lo que fue hallado y trasladado de nuevo allí unas semanas después.
La ministra de Justicia, Nicole Belloubet, que ha encargado un informe para esclarecer los hechos, ha admitido que, a la vista de lo sucedido, no puede asegurar «que no hubo fallos» y ha afirmado que el Gobierno tenía conocimiento de que en los últimos meses varios drones habían sobrevolado las instalaciones de Réau. Belloubet ha asegurado que una vez que los investigadores presenten sus conclusiones se van a remediar «inmediatamente» los problemas que se detecten.
Por su parte, el primer ministro francés, Edouard Philippe, ha afirmado que se están llevando a cabo «medidas excepcionales» para capturar al fugitivo y que «en este momento las fuerzas del orden están plenamente movilizadas para detener a este individuo» del que se sabe «que es peligroso».
Según los medios franceses, el dispositivo implica a 2.900 policías y gendarmes. Pero más allá de la captura, Philippe ha reconocido que quiere «saber por qué y cómo ocurrió» y que si hay que sacar consecuencias y establecer responsabilidades, lo hará.
Acerca de la fuga se plantean dos interrogantes. Por un lado, existe la duda de por qué no había alambradas que impidieran el aterrizaje de un helicóptero en el patio de honor de Réau cuando sí las hay en los otros patios de esta cárcel.
Por otro, si el fugitivo contó con cómplices en el interior de la prisión, más allá de los tres hombres que acudieron a liberarlo en el interior de un helicóptero —habían secuestrado el vehículo con el piloto poco antes— y que más tarde incendiaron para continuar su trayecto en un coche que también abandonaron e incendiaron unos kilómetros más adelante.
La última pista conocida es una imagen de Faïd en una furgoneta Renault Kangoo blanca en el aparcamiento del centro comercial O’Parinor de Aulnay sous Bois, a 10 kilómetros al norte de la capital, informa Efe.