El presidente francés sitúa la lucha contra el islamismo radical como prioridad de la seguridad nacional
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, anunció este viernes una nueva ley cuyo objetivo es perseguir el adoctrinamiento en los barrios y controlar las mezquitas y asociaciones proselitistas. “Debemos enfrentarnos al separatismo islamista. Es un proyecto consciente y teorizado, político-religioso”, afirmó.
Macron se refirió a quienes, en nombre del islam, quieren tomar el control en algunas partes del territorio. Según los especialistas del país, el islamismo ha comenzado a crecer a través de una “economía subterránea”.
En este contexto, Macron pretende construir “un islam ilustrado, que pueda estar en paz con la República”, lo cual implica “liberar el islam en Francia de influencias extranjeras”, afirmó el presidente.
Medidas de la ley
Uno de los objetivos de la nueva legislación es reforzar la vigilancia ideológica y financiera en las asociaciones deportivas, educativas, caritativas y culturales que en realidad ejercen tareas de adoctrinamiento. Otra regla será la prohibición de la educación en casa, salvo por motivos de salud: “La escuela es el corazón del espacio de la laicidad, el lugar donde forjamos las conciencias para que los niños se conviertan en ciudadanos libres y racionales para determinar su vida”, dijo Macron en su discurso. “La República resistirá en la escuela”, insistió.
La nueva ley también incluye la prohibición de los certificados de virginidad, expedidos a mujeres antes del matrimonio. Además de otras medidas, el Estado pretende obligar a las asociaciones a firmar una “carta de laicidad” y su incumplimiento implicaría la pérdida de subvenciones. También dará a los representantes del Estado el poder para imponer medidas de igualdad.
Una normativa “ofensiva”
La segunda parte de esta estrategia es la “ofensiva”. Macron pretende con esto que la promesa del Gobierno sobre la igualdad y la emancipación se cumplan efectivamente. “Hemos creado barrios en los que la promesa de la República no se ha cumplido”, dijo Macron. “Y estas organizaciones, que defienden el islam radical, metódicamente han ocupado el lugar”, añadió.
Esta ofensiva legal llega una semana después de que se produjera un ataque terrorista contra la antigua sede del semanario ‘Charlie Hebdo’, que también fue víctima de otro atentado en enero de 2015. Durante la última década, Francia ha sido víctima, en numerosas ocasiones, de atentados cometidos en nombre de la religión musulmana.
Actualmente en Francia existen alrededor de 740 zonas suburbanas que presentan síntomas diferentes de angustia y crisis social. En algunos de estos lugares está proliferando un islam de vocación yihadista. Se estima que en las afueras de la capital francesa existen unos 50 lugares de culto salafista que escapan del control de las organizaciones oficiales del islam francés.
Las Fuerzas de Seguridad localizaron hace un par de años un total de quince barrios con graves problemas de radicalización, en los que había numerosos jóvenes que emigraban a Siria para combatir. Desde entonces, se han cerrado en estas zonas un total de 212 locales de restauración, 15 lugares de culto clandestino, 13 establecimientos culturales, 11 centros de acogida y cuatro escuelas.
