El primer ministro italiano, Giuseppe Conte, ha descartado la idea de confinar el país por la evolución del COVID-19. En caso de un avance excesivo estudiará cerrar áreas limitadas en todo el territorio. Conte ha afirmado que incluiría un confinamiento generalizado, ya que han trabajo para evitarlo.
En las últimas semanas los contagios han crecido en Italia, pero los datos de estos de estos días confirman un preocupante repunte, casi 5.500 contagios ayer. Estas cifras no se veían desde el mes de marzo, cuando se decretó el cierre del país. Aunque actualmente se hacen muchas más pruebas que entonces, 130.000 diarias, y los fallecidos se han reducido enormemente, en este pasado domingo han sido 26 muertos frente a los 700 diarios de finales de marzo.
El primer ministro ha asegurado a los medios que : «Si la curva sigue subiendo preveo algún confinamiento muy limitado territorialmente, pero no estamos en la situación de intervenir de un modo generalizado en el territorio, ni siquiera en amplias áreas del mismo».
Para defender su gestión frente a la pandemia, ha hablado de la implantación de un sistema “muy sofisticado” para el control de la misma, donde se han reforzado el equipamiento de los hospitales y se han aumentado el número de los tests. También ha anunciado la próxima distribución de nuevas pruebas rápidas para evitar los brotes masivos, la limitación de las reuniones privadas y los horarios de los locales.
Conte se reunirá durante este lunes con el Consejo de Ministros para poner en marcha un decreto con nuevas medidas de contención del virus, por el momento se ha prorrogado el estado de emergencia en el país hasta el 31 de octubre.