Trump pide vencer a la "izquierda radical" en su primer mitin tras superar el COVID-19
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, retornó este lunes a sus actos de campaña en el ambiente en el que mejor se mueve, un multitudinario mitin, en este caso celebrado en Florida, uno de los estados clave en la carrera electoral.
Desde el Aeropuerto Internacional de Orlando Sanford, en el centro de este sureño estado, el aspirante a otros cuatro años en la Casa Blanca ha repetido a sus enfervorizados partidarios que «salgan y voten» si no quieren un Gobierno de la «izquierda radical» encarnado en el candidato demócrata, Joe Biden.
El presidente estadounidense llegó al que es su primer gran acto de campaña tras haber contraído COVID-19 pocas horas después de que su médico en la Casa Blanca, Sean Conley, firmara un memorando en el que señaló que Trump «ha dado negativo en días consecutivos» al coronavirus.
«Ahora dicen que soy inmune», proclamó desde la tarima, a menos de 14 días de que se reportara que había dado positivo al COVID-19, y hasta prometió a sus seguidores «un gran beso».
«Cuando eres presidente, no puedes encerrarte en el sótano», defendió Trump, quien hace una semana abandonó el hospital militar Walter Reed, y agregó que las restricciones y los cierres impuestos para mitigar la expansión del coronavirus «están haciendo un daño tremendo a estos estados demócratas».
El republicano ha apelado a eslóganes que calan en su base electoral, como lo es «nuestra gente primero», a la vez que se ha referido en términos grandilocuentes a su lucha contra el coronavirus. «Estamos en camino de tener 100 millones de dosis de vacunas para fines de este año», proclamó, para luego señalar que bajo su mandato se han salvado miles de vidas.
El mandatario aludió también a una economía sólida y a récords en materia laboral, en momentos en que en septiembre la tasa de desempleo en Estados Unidos se ha ubicado en el 7,9%, un notable descenso tras el dato del 14,4% de abril. Trump vaticinó «buenos números» para el tercer trimestre y que 2021 sería el «mejor año» en términos económicos, y se jactó de que «ningún país» se ha recuperado como Estados Unidos.
Sobre suelo floridano, un estado en el que las encuestas lo muestran con un estrecho margen debajo de Biden, no se olvidó ni de las personas de la tercera edad, a quienes prometió que «nadie va a tocar su medicaid», ni de la numerosa comunidad hispana que vive en este estado.
Trump también advirtió que los demócratas «quieren convertir esto en una Cuba socialista, en una Venezuela» y señaló que su oponente es un «gran admirador de Castro», a la vez que criticó el proceso de reapertura que la Administración de Barack Obama (2009-2017) hizo con Cuba.
El presidente aludió a otros de los resortes que gustan en su base electoral como es el combate contra la inmigración ilegal, y resaltó las «400 millas» de valla construidas en la frontera sur, a razón de unas diez millas diarias, así como la deportación de «20.000 miembros de pandillas, incluidos los de la MS-13».
El mismo día en que Amy Coney Barrett, la nominada por el presidente para el Tribunal Supremo, tuvo su primera audiencia en el Senado, el republicano puso de relieve que durante su mandato se han nominado a tres jueces conservadores para la máxima instancia judicial, «y (a los demócratas) los está volviendo locos».
«Estas son las verdaderas encuestas», manifestó ante los vítores de su auditorio durante el que calificó como su «regreso oficial a la campaña electoral» de cara a un segundo mandato.
Trump busca apurar el paso y recuperar terreno, a tenor de lo que reflejan las últimas encuestas, que dan ventaja al exvicepresidente Joe Biden, y tras el mitin en Florida, esta semana tiene previstos otros actos de campaña en los estados de Pennsylvania y Iowa.
Por su parte, Biden estará este martes en este disputado estado, y tendrá actos de campaña en Pembroke Pines y en Miramar, ambas en el sureño condado Broward, vecino a Miami-Dade.