Tras anunciar el presidente Emmanuel Macron el toque de queda en París y en otras ocho metrópolis, el primer ministro francés, Jean Castex, ha informado este jueves de la prohibición de celebrar bodas y fiestas privadas
Entre la espada y la pared. Entre la aceleración de la epidemia de Covid 19 y el desastre económico que supondría un nuevo confinamiento, el presidente francés, Emmanuel Macron, ha optado por imponer el toque de queda de las 21 horas de la noche hasta las 6 de la mañana.
Macron admitió que la situación es «preocupante» pero concluyó: «La razón para la esperanza es que estamos reaprendiendo a ser plenamente una nación de ciudadanos solidarios». Un toque final positivo tras un anuncio dramático.
La medida que entrará en vigor en la medianoche del viernes al sábado afectará a París y su región y a otras metrópolis como Lille, Lyon, Grenoble, Marsella, Aix en Provence, Rouen, St. Etienne, Montpellier y Toulouse. Veinte millones de personas viven en esa zona escarlata.
No sólo echarán el cierre bares, restaurantes, teatros, cines, y cualquier centro público. Los ciudadanos no podrán circular en ese horario salvo excepciones justificadas como volver del trabajo, volver a casa desde el aeropuerto o la estación del tren (porque no se restringen los viajes) o en caso de urgencias sanitarias. Pero no se podrá salir para ir a casa de los amigos, por ejemplo. Macron afirmó que habrá controles. Y multas, 130 euros como ahora por no llevar mascarilla. Ojo, reincidentes: 1.500. Los detalles aún difusos quedan para una rueda de prensa hoy jueves.
Una especie de tercera vía entre la restricción total de la movilidad que supone el confinamiento y seguir como hasta ahora. La ciudadanía tendrá que conformarse con la fórmula métro-boulot-dodó (metro-curro-piltra). En principio la medida estará vigente cuatro semanas.
La medida tiene por objetivo impedir que los ciudadanos entre 20 y 40 años, que estudian, trabajan y se desplazan respetando la distancia social, luego, por la noche se la saltan. El índice de contagios en la franja 20-29 años llegó a superar los 500 casos por 100.000 habitantes, el doble del conjunto de la población. Entre los 30 y los 39 superaban los 300 casos hace 15 días. «Es duro tener 20 años en 2020», admitió el jefe del Estado francés.
Macron ha anunciado estas medidas en una entrevista conjunta con los dos principales canales de televisión, TF1 (privado) y La 2 (público). Todas las cadenas de noticias de radio y TV han difundido la emisión.
El presidente ha vuelto a dar la cara en persona ante el agravamiento de la pandemia. Pero ha elegido una fórmula, la entrevista, menos solemne y dramática que los cuatro discursos que hizo en primavera en el pico de la crisis.
El presidente reemplaza al primer ministro
Como la situación es «preocupante», el jefe del Estado reemplaza al primer ministro, al frente de la comunicación. Jean Castex, que sustituyó en el cargo a Edouard Philippe el 3 de julio, está en combustión acelerada. Cuando le nombraron, el 43% de sus conciudadanos confiaba en él. Cien días después sólo el 28% le considera capaz de hacer frente a la crisis, según un sondeo de Elabe publicado el 8 de octubre.
Situación «preocupante», dijo el presidente, que afirmó que «no hemos perdido el control de la epidemia». No hay que ceder al «pánico» pero tampoco permanecer «inactivo». Situación «preocupante», pero no crítica como en primavera. Las cifras que sustentan esta interpretación son éstas. A día de hoy, 1.633 pacientes están ingresados en las unidades de reanimación. Lejos de las más de 7.000 del pico de primavera… pero cuatro veces más que a comienzos de septiembre.
La intervención de Macron estuvo precedida por varias declaraciones del primer ministro para preparar a la opinión. Ejemplo, el miércoles ante el Senado: «La situación de nuestro país es extremadamente difícil y ello lleva al Gobierno a adoptar medidas complementarias». Castex renunció ayer a un viaje oficial a Córcega, previsto para el fin de semana.
Las diversas opciones fueron debatidas en un consejo de Defensa (un gabinete de guerra con los ministros clave) el martes antes del consejo de ministros ordinario del miércoles. El gabinete decidió restablecer desde el sábado el estado de urgencia sanitaria en todo el territorio nacional lo que deja las manos libres para gobernar por decreto.
No hubo comparecencia del portavoz ante los medios. Ese silencio, destinado a dejar todo protagonismo al presidente, tuvo una grave contraindicación: hizo más audible las discrepancias en el gabinete sobre la hora de comienzo del toque de queda. Los duros, con el ministro de Sanidad a la cabeza, preferían las 20.00 horas frente al ala económica, partidario de las 22.00.
A nadie se le escapa las consecuencias económicas sobre los sectores concernidos. A bote pronto se habla de que el 20% de los locales de ocio podrían bajar la persiana definitivamente. Macron prometió más ayudas.
La medida ya ha sido probada con éxito en Guyana, territorio francés vecino de Brasil. En junio y julio sus habitantes tenían prohibido circular a partir de las 23.00 horas, al principio. Luego el toque de queda se endureció: 21.00, 19.00 y, finalmente 17.00 horas. Eso, los días laborables. El fin de semana cada uno debía permanecer en su domicilio a partir de las 13.00 horas del sábado. Duro. Pero eficaz. El factor R que mide el número de contagios que provoca cada enfermo pasó de 1,7 a ,1,1.
Macron, menos cómodo al ser entrevistado que cuando hace un discurso, concluyó con una apelación positiva: «La razón para la esperanza es que estamos reaprendiendo a ser plenamente una nación de ciudadanos solidarios no un conjunto de individualidades».
Francia prohíbe bodas y fiestas privadas
El toque de queda anunciado por el Gobierno francés en París y otras ocho áreas urbanas afectará a todos los comercios y servicios por un período mínimo de cuatro semanas, anunció este jueves el primer ministro, Jean Castex.
Además, en toda Francia se volverán a prohibir fiestas privadas o bodas durante al menos seis semanas, añadió durante una rueda de prensa en la que explicó los detalles de la aplicación del toque de queda y nuevas restricciones en el conjunto del país.