Los chilenos aún deben votar para decidir el futuro de su Constitución y las autoridades esperan manifestaciones masivas este domingo, cuando se cumple un año de las protestas
Ni siquiera el COVID-19 ha conseguido terminar con las manifestaciones en Chile. Casi un año después del estallido social, en la Plaza Italia de la capital chilena, miles de personas se congregaron este viernes y grupos menores protagonizaron diversos incidentes con la policía.
Como ya es costumbre, los manifestantes se reunieron en los alrededores de la céntrica plaza, escenario de las protestas que se iniciaron el 18 de octubre de 2019 demandando cambios sociales.
Un grupo de manifestantes pintó de rojo la estatua del general Baquedano, el principal líder chileno de la Guerra del Pacífico, que está situada en el centro de la plaza. Además, durante las protestas también se produjeron barricadas incendiarias en varios puntos de la ciudad, desde donde algunos participantes de la revuelta arrojaron piedras a los pocos efectivos policiales que se personaron allí.
Algunos de los allí presentes expresaron que continuarán protestando hasta que sientan que realmente hayan logrado que algo cambie. Por ello continuarán congregándose en la plaza Italia a pesar de haber sido llamados a evitar aglomeraciones por el coronavirus.
Las autoridades esperan manifestaciones masivas este domingo, cuando se cumple un año del “estallido social” y existe una seria preocupación al respecto de lo que pueda suceder en ellas.
Tras varias horas de protestas, la mayoría de los manifestantes se retiró pacíficamente de la plaza Italia, a excepción de un grupo de encapuchados que se enfrentó a la Policía.