El primer ministro portugués considera que sería «conveniente» alargar el estado de emergencia hasta el fin de la pandemia
El Parlamento portugués aprobó hoy volver al estado de emergencia, el nivel de alerta máximo en el país, a partir del próximo lunes y durante 15 días, una medida que será más limitada que la aplicada en primavera y que busca dar cobertura jurídica al Gobierno para imponer más restricciones.
El decreto del estado de emergencia ha sido aprobado con el apoyo del gobernante Partido Socialista, del Partido Social-Demócrata y del democristiano CDS, que reúnen más del 80% de los diputados del hemiciclo.
El estado de emergencia fue propuesto por el presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, a petición del primer ministro, António Costa. Será una versión más limitada que la que estuvo en vigor entre el 19 de marzo y el 2 de mayo y a efectos «esencialmente preventivos».
Esta vez, la emergencia no permitirá un confinamiento y paralización total, pero sí se podrán «imponer restricciones a la circulación en ciertos lugares en períodos determinados, en particular en los municipios de mayor riesgo», así como utilizar medios sanitarios de los sectores privado, social y cooperativo, «con la debida compensación», según Presidencia.
También movilizar trabajadores de las Fuerzas Armadas y de seguridad para reforzar el rastreo y medir la temperatura corporal e imponer test en el acceso a ciertos lugares y servicios.
El estado de emergencia estará en vigor hasta el 23 de noviembre, aunque el primer ministro consideró hoy que sería «conveniente» que la declaración se alargue hasta el fin de la pandemia. En primavera, el Parlamento aprobó hasta tres veces esta medida, ya que la declaración debe ser renovada cada 15 días.
El jefe del Estado se dirigirá esta noche al país para declarar formalmente la emergencia, en un día en el que Portugal ha batido el récord de contagios diarios de coronavirus.
En las últimas 24 horas fueron notificados 5.550 casos y 52 muertes, el récord anterior fue el pasado viernes, con 4.656 casos positivos, la segunda cifra más alta de decesos diarios.
En total, 166.900 personas han dado positivo y 2.792 han fallecido desde marzo en Portugal, donde se mantiene la presión en los hospitales, con un nuevo máximo de ingresados registrado este viernes.
Para frenar el avance del virus, desde el miércoles están en confinamiento parcial 121 municipios, que agrupa al 70 % de su población e incluyen a Lisboa y Oporto, aunque las escuelas, el comercio, la hostelería e incluso los centros culturales permanecen abiertos.