Los entresijos de Hunter Biden están siendo profundamente analizados en Estados Unidos. El Comité de Seguridad Nacional y Asuntos Gubernamentales del cual Ron Johnson (Senador por Wisconsin), es presidente y Chuck Grassley, Senador por Iowa y presidente del Comité de Finanzas del Senado publicaron, el 23 de septiembre de 2020, un informe sobre transferencias financieras a Hunter Biden y sus asociados (algunos de ellos sus propios familiares, James y Sara Biden).
Según el informe, que se apoya en la resolución 70 del Senado de los Estados Unidos, el Comité de Seguridad Nacional del Senado tiene autoridad para estudiar e investigar casos de corrupción o conductas poco étnicas (aparte de monitorizar la eficiencia y economía de las operaciones de todas las áreas del gobierno estadounidense).
Sin embargo lo que más preocupa al Comité es la relación de Hunter Biden con extranjeros vinculados a diferentes esferas de poder, todas preocupantes, pero especialmente incómodas son las relaciones con personas vinculadas al Partido Comunista Chino.
Durante la investigación llevada a cabo se encontraron presuntos casos de conflictos de interés durante la era Obama, especialmente por el caso de la empresa ucraniana Burisma.
Sin embargo, en el suceso que nos ocupa y antes de seguir desmadejando el ovillo de lana, nos centraremos en los contactos de Hunter Biden con personajes de la talla de Ye Jianming, un magnate chino presidente del conglomerado privado de empresas energéticas CEFC, vinculados al ejército de China, de hecho Ye fue también secretario adjunto de la CAIFC, una organización que según el documento confidencial “Project Time” de Typhoon Investigations publicado el pasado 2 de octubre de 2020, CAIF era una compañía proxi del ejército chino cuya función era recolectar información y realizar labores de propaganda.
Ye arregló una reunión en 2015 con Hunter Biden en la cual fue representado por un asistente según el reporte “Project Time” mientras que, en 2017, volvieron a encontrarse en un hotel de Miami. El objetivo de la reunión era, según el informe, que Hunter usara sus contactos para identificar oportunidades de inversión para la compañía CEFC china de energía para Ye Jianming.
Estos contactos, sin embargo, no acaban aquí. El informe “Project Time” cita el documento confidencial 9 de la HSGAC (Comité de Seguridad Nacional y Asuntos Gubernamentales) por la cual Don Gongwen, socio de Ye, abrió una línea de crédito para una empresa llamada Hudson West III LLC entregando a Hunter, su hermano James y su cuñada Sara una serie de tarjetas de crédito que sirvieron para sufragar gastos personales.
Según el documento de Typhoon Investigations, el HSGAC reportó una serie de transferencias millonarias entre CEFC, Hudson West y los Biden. De hecho, y en paralelo, en el informe citado del 23 de septiembre se señala que Hunter Biden envió millones de dólares de su bufete de abogados al bufete de su hermano James Biden y su esposa Sara. De hecho en el reporte del HSGAC del 23 de septiembre se declara que Sara Biden, esposa de James Biden, se negó a dar información sobre las actividades que generaban esos pagos y, poco después, la cuenta fue cerrada.
Lo peligroso de todo es que las vinculaciones comerciales que tenía con Ye Jianming y Don Gongwen resultan comprometidos para Estados Unidos debido a la vinculación de estos dos magnates al Partido Comunista de China y el hecho de que Hunter Biden sea hijo de Joe Biden, Vicepresidente de Estados Unidos desde 2009 hasta 2017 y actual presidente electo de Estados Unidos.
Sin embargo el CEFC, según el informe “Project Time” sirvió para realizar operaciones opacas como las llevadas a cabo por Patrick Ho, ex secretario de asuntos internos de Hong Kong bajo el gobierno de Tung Chee-hwa (1997-2005) y miembro de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino, órgano asesor político de la República Popular de China, que provocó que fuera arrestado el 17 de noviembre de 2017 en el aeropuerto John Fitzgerald Kennedy junto con Sheij Gadio, ex ministro de relaciones exteriores de Senegal, acusados de violar la Ley de Prácticas Corruptas en el Extranjero (FCPA) y lavado de dinero.
Dos de las acusaciones fueron: realizar sobornos al presidente de Chad con dos millones de dólares por derechos petroleros sobre el país y depositar 500.000 dólares en una cuenta designada por el Ministro de Relaciones Exteriores de Uganda en nombre de CEFC, todo ello camuflado como donaciones. Curiosamente Patrick Ho, al ser detenido, solicitaría asistencia legal a Hunter Biden.
Poco después, en marzo 2018 Ye Yianming, presidente del conglomerado chino CEFC, fue detenido y puesto bajo investigación por sospecha de comisión de delitos económicos. Patrick Ho sería detenido de nuevo el 5 de diciembre de 2018 bajo los mismos cargos de delitos financieros, condenado a tres años de prisión más una multa de 400.000$. En el pasado mes de marzo la CEFC se declaró en bancarrota y el 9 de junio de 2020 Ho fue liberado y deportado a Hong Kong.
Toda una trama que está siendo fuertemente investigada por el Senado de los Estados Unidos e iniciativas privadas para desvelar la realidad que se esconde detrás de las vinculaciones de estos personajes de tan alto nivel y que podría comprometer la geopolítica de Estados Unidos.
