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Los hitos pro-Israel en cuatro años de Administración Trump

Los hitos pro-Israel en cuatro años de Administración Trump

El presidente de Estados Unidos ha apostado por una política que rompe con los consensos sobre el status quo en la región

El secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, ha defendido en su gira por Oriente Medio el legado proisraelí de Donald Trump en la región, que ha retado durante estos cuatro años el consenso internacional.

Las posiciones con respecto a la colonización israelí, un nuevo y polémico marco de negociación para resolver el conflicto con los palestinos o la salida del acuerdo nuclear con Irán son parte de las decisiones que han marcado su Administración y que el presidente proyectado, Joe Bien, tendrá que decidir si mantener o no.

Jerusalén, israelí

En mayo de 2017 Trump se convirtió en el primer presidente estadounidense en activo en visitar el Muro de las Lamentaciones, situado en la Ciudad Vieja de Jerusalén, en territorio ocupado. Una visita que los dignatarios internacionales no hacen, por no acudir acompañados de seguridad israelí a territorio que su país no reconoce como Israel.

A este paso siguió el reconocimiento de Trump a Jerusalén como la capital de Israel en diciembre del mismo año, en contra del consenso internacional, que no asume capitalidad de ningún Estado por estar su parte este ocupada y anexionada. En el reconocimiento, sin embargo, el presidente de EE.UU. especificó que este no determinaba «las fronteras específicas de la soberanía israelí» en la ciudad.

El 14 de mayo de 2018, trasladó la Embajada desde Tel Aviv a Jerusalén pese a que la comunidad internacional retiró sus legaciones diplomáticas tras la anexión, a petición de la ONU. Esta decisión ha sido seguida solamente por un país, Guatemala. Paraguay en un primer momento también siguió los pasos de EE.UU., pero luego se echó para atrás. El día del traslado, se producen disturbios en la divisoria con Gaza, en los que mueren 60 palestinos. El liderazgo palestino deja de considerar a Washington un mediador apropiado para resolver el conflicto.

Los Altos del Golán, israelíes

En marzo de 2019, Trump también firma un decreto en el que declara el territorio sirio de los Altos del Golán, parcialmente ocupados por Israel desde la Guerra de los Seis Días de 1967, como israelí. Esto también va en contra del consenso internacional, que no reconoce como legítima la toma de territorios a través del conflicto armado. El resto de la comunidad internacional no ha cambiado su posición. La firma del decreto se hizo con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, al lado de Trump, y este anunció más adelante la construcción de un nuevo asentamiento que llevará el nombre del norteamericano: «Trump Heights», los Altos de Trump.

Los asentamientos, legales

En 1978, durante la presidencia de Jimmy Carter, el Departamento de Estado declaró que los asentamientos civiles israelíes en territorios ocupados eran «incompatibles con la ley internacional». Desde la Administración Ronald Reagan (1981-19), EE.UU. se refiere a estos como «ilegítimos». Barack Obama permitió en diciembre de 2016 la aprobación de la Resolución 2334 en el Consejo de Seguridad de la ONU, que declara «los asentamientos israelíes en territorio palestino ocupado desde 1967, incluido Jerusalén Este» una «flagrante violación de la ley internacional y no tienen validez legal», al abstenerse y no hacer uso de su veto.

Frente a estas posiciones, en noviembre de 2019, Pompeo declaró que «el establecimiento de los asentamientos israelíes en Cisjordania no es incompatible de por sí con la ley internacional». Hoy en Jerusalén, incidió en este sentido y aseguró que administraciones anteriores han mantenido «una visión incorrecta sobre los asentamientos. En cambio, hoy, en Estados Unidos, el Departamento de Estado se mantiene firme en el reconocimiento de que los asentamientos se pueden hacer de forma legal, apropiada y adecuada». Para la comunidad internacional, las colonias son uno de los principales obstáculos para un acuerdo de paz entre israelíes y palestinos.

Un plan de paz que rompe con el pasado

Amparado en que la visión de paz apoyada por la comunidad internacional (conocida como la solución de dos Estados) y firmada por las partes en los Acuerdos de Paz de Oslo no ha funcionado, Trump apostó desde el principio por hacer una propuesta novedosa que rompiese con los consensos pasados.

En enero de este año, con Netanyahu a su lado, Trump presentó en la Casa Blanca el denominado «Paz para la Prosperidad: una visión para mejorar las vidas de los pueblos palestino e israelí». Esta da luz verde a la anexión por parte de Israel de hasta un tercio del territorio palestino de Cisjordania, no exige la retirada de los asentamientos y contempla Jerusalén como capital indivisible de Israel.

Discrepancias con Palestina

La visible sintonía de Trump con Israel le aleja cada vez más de los palestinos, con acciones impensables hasta su llegada. En septiembre de 2018, la Casa Blanca ordena el cierre de la oficina de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) en Washington, al considerar que los palestinos «no han dado pasos significativos» para reiniciar negociaciones directas con Israel.

Otro golpe para los palestinos fue en agosto de 2018 el anuncio de EE.UU. de que dejaba de financiar la agencia para los refugiados palestinos, UNRWA, que provee de servicios básicos a la población refugiada en varios países de Oriente Medio. Hasta ese momento, el país era el principal donante, haciendo frente a un tercio de su presupuesto. Washington también recortó en 200 millones los programas de ayuda a Gaza de su agencia estatal de cooperación, USAid.

Los Acuerdos de Abraham, ruptura del bloqueo árabe

En septiembre de este año Trump logró romper el consenso árabe de no establecer relaciones con Israel hasta que hubiera un acuerdo de paz y un Estado palestino, con el impulso de los denominados Acuerdos de Abraham. El 15 de septiembre Emiratos Árabes Unidos y Baréin firmaban en la Casa Blanca.

El 24 de octubre, Trump anunciaba que Sudán también seguirá sus pasos. Desde entonces, el establecimiento de relaciones ha avanzado como una locomotora y se han firmado o negociado decenas de acuerdos con estos países. El impulso estadounidense fue fundamental para su consecución. Entre otras cuestiones, sacó a Sudán de la lista de países terroristas y autorizó la venta de armas avanzadas a Abu Dabi, hasta ahora vetadas para garantizar la superioridad militar de Israel.

El boicot a Israel, penalizado

Pompeo anunció hoy en Jerusalén que EE.UU. considerará antisemitas las campañas BDS, que promueven el boicot, desinversión y sanciones a Israel mientras siga la ocupación, que penalizará acabando con cualquier apoyo del gobierno.

Acuerdo total frente a Irán

Bajo Trump, la sintonía con Netanyahu respecto a la actitud a tomar frente a Irán fue absoluta. La mayor expresión de este acuerdo fue en 2018, cuando EE.UU. decide abandonar el Acuerdo nuclear con la república Islámica que se alcanzó bajo Obama.

Ahora, la Administración estadounidense entrante deberá decidir si mantiene esta senda, lo que muchos analistas consideran improbable, y también, si debe echarse atrás en alguna de estas cuestiones.

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