El presidente francés, Emmanuel Macron, acusó a Turquía y Rusia de atizar campañas contra Francia en África a través de las redes sociales apoyándose en el «odio poscolonial». «Hay una estrategia en marcha, dirigida a veces por dirigentes africanos, pero sobre todo por potencias extranjeras, como Rusia y Turquía, que se apoyan en el odio poscolonial», indica Macron en una entrevista que publica este viernes un semanario. Considera que muchas de las voces críticas en medios francófonos de África contra Francia están «corrompidas» por Rusia y Turquía.
Frente a ello, Macron destaca la «verdadera cooperación» que su país busca en África y cita acciones simbólicas como la restitución de obras de arte a varios Estados o la supresión de la divisa del franco CFA, que estaba basado en Francia y que el presidente cree que «era muy simbólico y alimentaba muchos fantasmas y críticas». Macron apela a no ser «prisioneros del pasado» y augura nuevas y ricas relaciones con países africanos, no solo con los francófonos.
El cambio en las relaciones con ese continente, señala, debe plasmarse en la cumbre Francia-África que tendrá lugar en Montpellier en julio próximo, después de que la pandemia de la Covid-19 obligara a retrasarla. Asegura que no será «una cumbre clásica» en la que se reúnan los jefes de Estado y que apostará por «las personas que encarnan un relevo generacional».
Sobre el desarrollo en la región del Sahel, donde Francia está presente militarmente para combatir el terrorismo, Macron cierra la puerta a todo diálogo con los terroristas, en contra de los llamamientos a la negociación que se lanzan desde algunos países, como Mali. «Con los terroristas no se habla, se combate», subraya el presidente, que insta a un diálogo entre las diferentes fuerzas representativas del país, dentro del marco de los acuerdos de Argel de 2015. En este sentido, reclama a los jefes de Estado africanos que reiteren su petición de que Francia mantenga su presencia militar que, precisa, «cambiará» en los próximos meses.