Las autoridades de Nevada (EE.UU.) siguieron este martes los pasos de otros estados considerados clave en las elecciones presidenciales del pasado 3 de noviembre y también certificaron la victoria del demócrata Joe Biden en ese estado
La secretaria de Estado de Nevada, la demócrata Barbara Cegavske, compareció ante el Tribunal Supremo estatal para presentar el escrutinio definitivo y darle carácter oficial con la firma de los jueces, lo que blinda la victoria de Biden por más de 30.000 votos en el estado del juego legalizado, sobre un total de 1.400.000 sufragios.
El equipo del presidente saliente, Donald Trump, puso en duda en un primer momento hace semanas la legitimidad de los resultados en Nevada, al asegurar que había votado una gran cantidad de personas que no residían en el estado, y llevó la cuestión a los tribunales.
Sin embargo, a medida que pasaban los días, el margen de victoria de Biden sobre Trump en el estado se amplió cada vez más, y a su vez el presidente sufrió derrotas en estados mucho más poblados y por tanto determinantes, como Pensilvania y Georgia, lo que hizo que la atención de la campaña se centrase en esos lugares y poco a poco fuese abandonando la pelea en Nevada.
Así, Biden se llevará definitivamente los seis compromisarios al colegio electoral que otorga el estado, y que se sumarán a los 20 de Pensilvania, a los 16 de Michigan y a los 16 de Georgia, entre otros, que también han oficializado la victoria del demócrata en los últimos días.
Del total de votos emitidos en Nevada, la mitad fueron por correo, mientras que un 41 % votaron por adelantado, de manera que sólo el 9 % del electorado acudió a las urnas el día mismo de las elecciones, algo insólito y que se explica por los efectos de la pandemia de COVID-19.
Pese a ser uno de los considerados estados bisagra -que pueden caer tanto del lado demócrata como del republicano-, Nevada ha votado de forma consistente por los demócratas en todas las elecciones presidenciales desde 2004, cuando optó por el expresidente George W. Bush.
Aunque en público sigue poniendo en duda la legitimidad del resultado, la Casa Blanca dio el lunes luz verde al inicio de la transferencia de poder a Biden, después de que Emily Murphy, responsable de la Administración Federal de Servicios (GSA, por sus siglas en inglés), iniciara el proceso de transición desbloqueando recursos para que el equipo del demócrata vaya tomando control de la burocracia federal.