Elegido por muchos como el mejor futbolista de la historia, considerado un dios por otros tantos y homenajeado hasta la saciedad en el día de su muerte. Cuenta con varias canciones compuestas en su honor y con una religión propia, la «Iglesia Maradoniana»
Sin lugar a dudas, fue una estrella del fútbol a nivel internacional, eclipsó a todo aquel que intentara hacerle sombra y ha dejado para el recuerdo algunas de las jugadas más destacadas de la historia.
Pero su vida personal no ha estado exenta de polémicas. Su adicción a las drogas, sus controvertidas apariciones en público, varias denuncias por maltrato y un torrente de excesos cometidos de la mano de amistades tan polémicas como el dictador Fidel Castro.
Su apoyo al castrismo y al chavismo
Su relación con Fidel Castro comenzó en 1987 y se fue afianzando con el paso de los años. Tanto es así, que el futbolista llevaba tatuada en la piel la cara de Fidel y la del «Che» Guevara.
También en repetidas ocasiones Maradona dejó constancia de sus preferencias ideológicas, apoyando los regímenes de Venezuela y Cuba. Cuando Juan Guaidó tomo posesión como presidente de Venezuela, en enero de 2019, Maradona manifestó su rechazo hacia éste y su lealtad a Nicolás Maduro.
Aunque no fueron declaraciones novedosas ni inesperadas. Ya en 2017 había publicado unas palabras que no dejaban indiferente a nadie: «Somos chavistas hasta la muerte. Y cuando Maduro ordene, estoy vestido de soldado para una Venezuela libre, para pelear contra el imperialismo y los que se quieren apoderar de nuestras banderas, que es lo más sagrado que tenemos», sentenció Maradona.
Una vida repleta de alcohol y drogas
Como él mismo admitió, comenzó a coquetear con las drogas en Barcelona y a partir de entonces entró en una rueda de adicciones, con diferentes recaídas que casi terminan con su vida más de una vez. En varias ocasiones fue detenido por sus vínculos con la red de narcotráfico de la Camorra y por posesión de drogas en su casa de Buenos Aires.
Durante una larga temporada de su vida permaneció interno en clínicas de desintoxicación en Cuba y Argentina y se tuvo que someter a un baipás gástrico para adelgazar. En 2005 llegó a pesar 120 kilos, fruto de sus excesos.
Violento y maltratador
Parece una casualidad llena de hilaridad (si no fuera por la gravedad del asunto) el hecho de que Diego Armando Maradona haya fallecido un día como hoy, 25 de noviembre, en el que se conmemora la erradicación de la violencia de género.
El argentino cuenta con varias denuncias por agresión a sus parejas. En 2014 su exnovia Rocío Oliva denunció en varios medios que el futbolista la golpeaba y que incluso la llegó a pegar el mismo día de su compromiso.
Meses después salió a la luz un vídeo en el que se le veía a él gritándole, intentando quitarle el teléfono móvil y lanzando diferentes objetos. No contento, tiempo después se refirió a ella diciendo «yo no soy un pegador, pero era para arrancarle la cabeza a Rocío Oliva».
También en 2019 fue denunciado por Claudia Villafañe, otra de sus parejas, esta vez por violencia psicológica. Además de las denuncias el ‘Pelusa’ siempre estuvo en el punto de mira por sus inconvenientes a la hora de reconocer a varios de sus hijos.
Hoy se termina la vida de Maradona, cuelga las botas para siempre la eterna estrella del fútbol y dice adiós al mundo su polémica personalidad.