La representante de la diplomacia española ja admitido que una salida sin acuerdo será muy costosa para las partes
La ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, ha admitido este lunes la dificultad de negociar un nuevo acuerdo comercial entre la Unión Europea y el Reino Unido «a partir de un divorcio», si bien ha apelado a tener «la cabeza fría» y pensar en los intereses de los ciudadanos.
En una entrevista en Onda Cero, González Laya ha insistido en que quiere pensar «que hay buena fe» por parte del Reino Unido para alcanzar un acuerdo y ha reprochado al primer ministro británico, Boris Johnson, que esté intentado reafirmar su independencia «cuando aquí no se discute la soberanía sino que el objetivo es un acuerdo comercial para gestionar la interdependencia». En el caso de que no haya acuerdo, González Laya ha recordado que hay medidas de contingencia «para si llega ese momento» y aquí se ha referido, por ejemplo, a qué habrá que hacer «para que los trenes sigan conectando el Reino Unido con el continente y los aviones sigan volando».
La titular de Exteriores ha asegurado que «del lado europeo» hay voluntad de acuerdo porque «somos conscientes de que con esta situación y la gran fragilidad económica causada por el covid, la última cosa que deberíamos hacer es añadir desconfianza a la economía».
Ha asegurado que una salida del Reino Unido de la UE sin acuerdo «será muy costosa, y lo será más para el Reino Unido que para la Unión Europea» por lo que, en su opinión, ambas partes trabajarán «hasta el último minuto» y lo harán «de buena fe».
Respecto a Gibraltar y qué pasará a partir del próximo 1 de enero, la ministra ha confirmado que, de no haber acuerdo, «la frontera externa de la Unión Europea está en Gibraltar, y España tendrá que guardar la frontera y ejercer los controles propios, tanto para la circulación de mercancías como de personas».
Preguntada por la decisión de EEUU de atribuir la soberanía del Sáhara occidental a Marruecos, la ministra ha admitido que la actitud de Estados Unidos «no les ha pillado por sorpresa» y ha recordado que «el centro de gravedad de esta cuestión es Naciones Unidas».
González Laya también se ha referido al aplazamiento de la cumbre entre España y Marruecos y ha descartado cualquier vinculación con el Sáhara además de insistir en que es un acuerdo «tomado de común acuerdo».
La ministra ha reiterado que la celebración de esta reunión de alto nivel es de gran interés para los dos países, dado que no se celebra desde 2015, y su aplazamiento se pospone por la pandemia hasta el año próximo al objeto de celebrarla «con amplitud y con nivel».