Un grupo de 300 científicos europeos ha pedido, en un manifiesto que difundirá la revista Lancet, una estrategia europea coordinada para reducir de forma drástica las cifras de contagios de coronavirus
El manifiesto está firmado por virólogos, como Christan Drosten o Melania Brinkmann, pero también por economistas como el director del Instituto de Estudios Económicos Ifo de Múnich, Clemens Fuest, o politólogas como la austríaca Bárbara Dreisach.
La promotora del manifiesto es Viola Priesemann, física del Insituto Max Planck que se ha especializado en simular la difusión de virus con modelos matemáticos. «Es como si fuera un gigantesco partido de fútbol en el que cada vez que el equipo del virus marca un gol puede contar con tres jugadores más», dijo Priesemann al presentar el manifiesto en un acto virtual. Con ello la defensa del equipo contrario -el sistema sanitario- queda en inferioridad numérica, se producen más goles y el equipo del virus siguen reforzándose con nuevos jugadores.
«Con cifras de contagios como ahora no se podrá reducir el número de muertos», afirma Priesemann.
La estrategia que proponen es mantener restricciones fuertes hasta que se llegue a una incidencia diaria de 10 nuevas infecciones por un millón de habitantes para toda Europa. Eso implicaría para Alemania un máximo de 830 nuevos contagios diarios y cifras tan bajas no se presentan desde el verano. Desde entonces ha habido un repunte al comienzo paulatino y a partir de octubre claro y exponencial y actualmente se está por encima de los 30.000 nuevos contagios diarios.
Los científicos consideran que se tienen que alcanzar cifras bajas de nuevos contagios en toda Europa a través de una acción coordinada. De lo contrario, aunque en un país se logren bajar los contagios, estos pueden tener un repunte fuerte en cualquier momento debido a las fronteras abiertas. «En cuatro semanas podemos alcanzar la meta. Pero para ello el virus se tiene que combatir el virus en todas partes consecuentemente a través de reducción de contactos, en los lugares de trabajo, en el transporte, en los colegios», dijo Priesemann, que considera que actualmente se permiten demasiadas excepciones.