El Gobierno británico ha estimado este martes en 945 los camiones varados cerca del puerto de Dover, cuyos conductores son de distintas nacionalidades, entre ellos españoles
Cientos de camioneros pasaron una segunda noche en sus vehículos en el condado de Kent, en el sureste inglés, a la espera de que Francia reabra la frontera del túnel por el canal de la Mancha, cerrada el domingo por la crisis del coronavirus.
El Gobierno británico ha estimado este martes en 945 los camiones varados cerca del puerto de Dover, cuyos conductores son de distintas nacionalidades, entre ellos españoles.
Las autoridades francesas decidieron el domingo por la noche cerrar su frontera con el Reino Unido tras confirmarse el hallazgo de una nueva variante del coronavirus, supuestamente muy contagiosa, pero otros países, entre ellos España, optaron por suspender todos los vuelos con el territorio británico como medida de precaución.
El director gerente de la Asociación británica de Transportistas por Carretera (RHA, en inglés), Rod McKenzie, dijo hoy que el ánimo de estos conductores es bajo por tener que pasar «una segunda noche aparcados en cualquier lugar, posiblemente en la autopista, posiblemente en otro lugar, tratando de cruzar el canal. Muchos son conductores europeos que tratan de llegar a casa para la Navidad».
McKenzie también se quejó de que el ayuntamiento de Kent solo les ofreció ayer una barra de cereales y afirmó que se trató de un «pobre esfuerzo» por parte de las autoridades locales.
«No estamos tratando bien a los conductores de los camiones en estas condiciones muy difíciles en las que están», añadió.
Al igual que la terminal de transbordadores en el puerto de Dover, Eurotunnel, que une Reino Unido y Francia por debajo del canal de la Mancha, suspendió el domingo el acceso a su terminal de Folkestone, en el sureste inglés.