El principal epidemiólogo de la Casa Blanca, Anthony Fauci, ha afirmado que la pandemia está «fuera de control» en Estados Unidos
Estados Unidos detectó este martes en el estado de Colorado el primer caso de la nueva cepa británica del COVID-19, mientras que empiezan a sonar las alarmas sobre la dificultad de vacunar a 20 millones de personas antes de final de año, como había prometido el presidente saliente, Donald Trump.
El primer caso de la nueva cepa británica corresponde a un hombre de más de 20 años que no había viajado a ningún sitio recientemente, lo que sugiere que podría haber sido contagiado de manera local.
El hombre está en aislamiento y las autoridades sanitarias están haciendo entrevistas para identificar a las personas con las que pudo haber tenido contacto en las últimas semanas, indicó en un comunicado el gobernador de Colorado, el demócrata Jared Polis.
Este mes, el Gobierno británico anunció que había detectado una nueva cepa de COVID-19 que parece ser un 70% más contagiosa que otras variantes y podría estar ligada al aumento de infecciones que se ha registrado en Londres y el sureste de Inglaterra desde mediados de noviembre.
La pandemia está «fuera de control»
La detección del primer caso de la cepa británica se produce en un momento en el que la pandemia está fuera de control en EE.UU., reconoció este martes el principal epidemiólogo de la Casa Blanca, Anthony Fauci, quien ha sido elegido por el presidente electo de EE.UU., Joe Biden, para ser su asesor médico jefe. «Estamos en un repunte, como lo llamamos, Jim, que está, sabe, fuera de control en muchos aspectos», dijo Fauci en una entrevista con la cadena de televisión CNN.
«Si mira la evolución desde finales del invierno-comienzos de la primavera de 2020, tuvimos un pico a finales del invierno-comienzos de la primavera -siguió-, otro repunte a principios del verano, y justo ahora estamos en un pico, cuyo empeoramiento, cuya inflexión es muy aguda«.
Fauci, además, avisó que la pandemia irá «a peor» debido a que millones de estadounidenses han desoído el consejo de las autoridades sanitarias y han viajado durante las vacaciones de Navidad para reunirse con sus seres queridos.
Estados Unidos ya se encuentra en una situación crítica y el lunes registró la cifra récord de 121.235 pacientes ingresados por la enfermedad, de los que 22.592 están en unidades de cuidados intensivos, de acuerdo con la plataforma Covid Tracking Project.
Retrasos en la campaña de inmunización
Además, cuando quedan pocos días para el final del año, Biden y políticos demócratas en algunos estados han comenzado a hacer sonar las alarmas por retrasos en la campaña de inmunización.
En un discurso, Biden aseguró que el plan del Gobierno de Trump para distribuir las vacunas «se está quedando muy atrás» y aseguró que, al ritmo actual, se tardará «años y no meses» en inmunizar a toda la población de EE.UU., donde viven 330 millones de personas.
«Hace unas semanas, la Administración de Trump afirmó que 20 millones de estadounidenses serían vacunados para finales de diciembre. Con solo unos pocos días para que termine diciembre, solo se ha vacunado a unos pocos millones hasta ahora», manifestó Biden.
De acuerdo a los gubernamentales Centros de Control y Enfermedades (CDC), 11,45 millones de dosis ya han sido distribuidas por todo EE.UU., pero solo 2,1 millones de personas las han recibido en un proceso más lento de lo esperado por la dificultad para almacenar la vacuna o el escaso personal en algunos hospitales, entre otros motivos citados por autoridades locales.
No obstante, el Departamento de Salud aseguró este martes que, hasta la fecha, se han reservado 19,88 millones de dosis; pero, que una dosis sea reservada en el mercado no significa que haya sido entregada a las autoridades estatales.
En Twitter, Trump contestó a las críticas y argumentó que, una vez las vacunas llegan a los estados, les corresponde a ellos distribuirlas y no al Gobierno federal, por lo que evadió toda responsabilidad.
Kamala Harris recibe la vacuna en público
Mientras las vacunas llegan, la vicepresidenta electa de EE.UU., Kamala Harris, decidió este martes recibir la vacuna frente a las cámaras de televisión, en un intento de disipar la desconfianza de algunos sectores de la población. «Cuando sea su turno, póngase la vacuna, se trata de salvar sus vidas, las de los miembros de su familia y las de su comunidad», subrayó dirigiéndose a los estadounidenses.
Harris se puso la vacuna en el United Medical Center, el único hospital público de Washington DC, situado en una de las áreas más humildes del sureste de la capital. Ese centro está en la zona 8 de urbe, con una población predominantemente afroamericana y la más castigada por la pandemia, con el 20% de las muertes por COVID-19 de la ciudad.
Estados Unidos es el país del mundo más afectado por la pandemia en términos absolutos con más de 19,5 millones de casos detectados de COVID-19 y más de 337.000 fallecidos, según datos de la Universidad Johns Hopkins.