Los escoceses solo podrán salir de casa para trabajar, hacer ejercicio o comprar bienes de primera necesidad
Las autoridades de Escocia han decidido devolver al territorio a la situación de confinamiento prácticamente total durante el mes de enero para tratar de contener el aumento de casos en esta zona del Reino Unido. En las últimas horas se han registrado 2.464, para una población de unos 5,5 millones de personas. La presencia de la nueva cepa, que en un principio parecía focalizada en el sur de Inglaterra y en Londres, también está creciendo a un ritmo importante en el norte del archipiélago británico.
El gobierno de Nicola Sturgeon vuelve a decretar por ley, como hizo en marzo, la orden de permanecer en casa excepto por motivos indispensables y servicios básicos. Los colegios y las guarderías permanecerán cerradas hasta el 1 de febrero al menos, y el teletrabajo es recomendado siempre que sea posible.
Sturgeon, en una declaración ante el Parlamento, ha reconocido estar más preocupada que nunca desde marzo. En este sentido, ha subrayado que la aprobación de las vacunas de Pfizer/BioNTech y Oxford/Astrazeneca han sido una noticia «muy positiva» que ofrece «una salida a esta pandemia», pero que la aparición de la nueva variante del virus ha supuesto «un enorme mazazo».
En ese sentido, la líder escocesa ha subrayado que hay evidencia suficiente para sostener que la nueva cepa se transmite hasta un 70% más y que eleva significativamente las tasas de reproducción del virus.
La decisión de Escocia provoca además un conflicto dentro del Reino Unido, con crecientes acusaciones de inacción a las autoridades inglesas. Escocia, de hecho, ha ido siempre por detrás de los datos de Londres y del sur del país durante esta nueva oleada, especialmente en lo que se refiere a hospitalizados.
Actualmente, la mayor parte de Inglaterra ya cuenta con restricciones de nivel cuatro, que impiden la actividad no esencial en prácticamente todos los ámbitos. Medidas similares están también en vigor en Gales y en Irlanda del Norte, que inició un confinamiento de seis semanas a finales de diciembre.
En Gibraltar, donde los casos también se han disparado en las últimas semanas hasta llegar a una incidencia por encima de 2.000, también se ha impuesto el confinamiento.