El Salvador Illa de Holanda renuncia a liderar su partido para seguir gestionando la pandemia
“Por mucho que me guste mi partido, esta crisis es mi prioridad”, la afirmación del ministro de Sanidad holandés tras renunciar a encabezar la lista de su partido
Hugo de Jonge es el ministro de Sanidad holandés que encabeza la gestión de la pandemia en Holanda. Este neerlandés era el candidato escogido de los demócratas cristianos (CDA) para enfrentarse al primer ministro del partido liberal, Mark Rutte, en las próximas elecciones generales del mes marzo de 2021. El ministro renunció a ser el número uno de la lista para centrarse únicamente en ejecutar la situación del coronavirus.
En la convocatoria de unas primarias defendieron a De Jonge como el “príncipe heredero” de la formación democristiana, no obstante, ante la situación del virus en los Países Bajos, con un total de 851.000 mil casos desde el inicio de la pandemia, decidió renunciar a su presencia electoral prometiendo centrarse en su cometido para con la crisis del coronavirus. “Por mucho que me guste mi partido, esta crisis es mi prioridad”. De Jonge no solo descartó ser el cabeza de lista del CDA, sino que además también se abstuvo de ocupar otra posición dentro de la lista del partido.
El caso del neerlandés recuerda al de España, donde el ministro de Sanidad, Salvador Illa, dejará el puesto de la gestión de la pandemia para encabezar la campaña electoral del PSC en Cataluña, que celebrará sus próximas elecciones el 14 de febrero.
No todo son alabanzas
Sin embargo, a pesar de este movimiento ‘heroico’, el ministro de Sanidad holandés ha recibido y recibe continuadas críticas desde el parlamento por su tardía toma de decisiones. La gestión holandesa no ha sido especialmente alabada por las medidas adoptadas, la ‘responsabilidad’ ha estado durante el desarrollo de la pandemia en manos de la sociedad, con una libertad total en la movilidad, y recibiendo únicamente recomendaciones.
La oposición, los sanitarios y la sociedad critican que el plan de vacunación ha llegado muy tarde y de hecho ha convertido a Holanda en el último país en el comienzo de la inoculación contra el COVID-19. Este es uno de los grandes argumentos con los que ha justificado rechazar su candidatura: “Se puede aceptar un cargo así cuando se tiene tiempo, pero yo no tengo ese tiempo”.