El país tomó medidas para sustentar la recuperación como las exenciones fiscales para ayudar a los hogares vulnerables, protección a las empresas más afectadas…
El Fondo Monetario Internacional (FMI) prevé que la economía de China crezca un 1,9% en 2020 y un 7,9% en 2021, lo que supone dos décimas menos respecto al último pronóstico del organismo, que en noviembre del año pasado auguró un crecimiento del 8,2 % para 2021.
El consejo ejecutivo del organismo informó en un comunicado de que «la economía china continúa su rápida recuperación tras la pandemia del COVID-19 gracias a los fuertes esfuerzos para contenerla y las medidas tomadas para mitigar el impacto de la crisis».
No obstante, agregó que el crecimiento del país asiático aún está desequilibrado: «Se han realizado importantes reformas pese a la pandemia, pero no han sido uniformes en áreas clave», indica el organismo.
La fuente destaca que el país tomó medidas adecuadas para sustentar la recuperación tales como exenciones fiscales para ayudar a los hogares vulnerables, apoyo fiscal para proteger a las empresas más afectadas o inyecciones de liquidez al sistema bancario, entre otras.
También señala que las reformas del mercado laboral han mejorado la movilidad, los avances en la apertura del sector financiero gracias a los recortes de las listas negativas para la inversión extranjera o que se haya enmendado la ley de patentes para «fortalecer la propiedad intelectual y fomentar la innovación».
La sostenibilidad de la deuda
Asimismo, el FMI prevé que el índice de precios al consumidor (IPC) se mantendrá por debajo del objetivo anterior a la crisis, es decir, alrededor del 3 %, y que el déficit aumentará al 18,2 % del producto interior bruto (PIB) en 2020 desde el 12,6 % de 2019.
La institución apunta que será necesaria una «consolidación fiscal» para garantizar la sostenibilidad de la deuda, así como mejoras en la red de la seguridad social para reducir el ahorro lo que, combinado con una mayor progresividad fiscal, ayudaría a abordar la desigualdad de ingresos.
Por otra parte, el FMI espera que el superávit por cuenta corriente del país asiático se amplíe al 1,9 % del PIB en 2020 desde el 1 % en 2019, antes de reducirse a menos del 1 % en 2021.
Este aumento refleja «la caída de los precios de las materias primas, la caída del turismo emisor y el aumento de las exportaciones de bienes relacionados con la pandemia», según el FMI.
China debe abordar los desafíos mundiales
Por otra parte, el organismo indicó que China juega, junto con sus socios, «un papel importante a la hora de apoyar un sistema internacional abierto y basado en las reglas».
China tiene ahora el desafío global de «ampliar el acceso a las vacunas, proporcionar alivio de la deuda a los países de bajos ingresos y financiar una inversión sostenible en infraestructuras y en la lucha contra el cambio climático».
La economía china dio un paso más en su camino hacia la recuperación económica al crecer un 4,9 % en el tercer trimestre de 2020, con lo que consiguió revertir la caída del primer semestre y avanzar así un 0,7 % en el acumulado del año.
Sea como sea, esto implica que China oficialmente ha regresado a una situación de crecimiento económico para el global de 2020 (los datos anuales del PIB de 2020 se darán a conocer el 18 de enero).
Por primera vez desde 1990, Pekín no se marcó una meta de crecimiento económico en 2020 debido a la incertidumbre sobre la evolución de la pandemia.