El país asiático ha optado por introducir una política de inmunización que se dirigirá en primer lugar a los menores de 59 años
A diferencia del resto de países del mundo, Indonesia ha optado por una estrategia peculiar para vacunar a su población contra el coronavirus. El país asiático empezará inmunizando a su población más joven y dejará para después a los mayores.
De esta forma el Ejecutivo del país quiere espera a recabar más datos sobre la efectividad del fármaco de Sinovac, el que Indonesia utiliza, en personas con una edad superior a los 59 años antes de suministrarlo entre esta población de riesgo. Es por eso que la vacunación de los ancianos «se coloca en la fase dos porque los ensayos clínicos de la vacuna actual de Sinovac solo alcanzaron hasta los 59 años», argumentó el martes el ministro de Salud.
El profesor Amin Soebandrio, quien ha asesorado al Gobierno en esta estrategia de «los jóvenes primero», ha señalado en declaraciones a la BBC que tiene sentido priorizar la inmunización de la población trabajadora, de aquellos «que salen de la casa a todas partes y luego por la noche regresan a sus hogares con sus familias». De esta forma, apunta Soebandrio, se dirige la vacunación «a aquellos que probablemente propaguen el virus».
Para el experto, este enfoque dará a Indonesia una mejor oportunidad de lograr la inmunidad colectiva, algo que ocurre cuando una gran parte de una comunidad se vuelve inmune a través de las vacunas o la propagación masiva de una enfermedad.
Las autoridades sanitarias, además, valoran utilizar a partir de abril los fármacos de Pfizer y AstraZeneca entre los 21,5 millones de personas mayores de 59 años, aunque todavía tienen que ser aprobados por la agencia para el Control de los Medicamentos (BPOM).
Indonesia tiene como objetivo completar la inoculación de dos tercios de su población, 181,5 millones de personas, para marzo de 2022, para alcanzar la inmunidad de rebaño.
El país espera recibir la mayor parte de las vacunas, que serán gratuitas, a lo largo del segundo semestre del año y ha firmado acuerdos para adquirir un total de casi 330 millones de vacunas.
Actualmente, Indonesia, el país del Sudeste Asiático más azotado por el COVID-19, registra un fuerte aumento en el número de casos diarios confirmados con el virus y ya acumula desde el inicio de la pandemia más de 840.000 pacientes, incluidos unos 24.500 fallecidos.