La nueva variante se ha extendido a diez territorios más en los últimos ocho días, mientras que la cepa sudafricana ya ha llegado a 23 países
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha informado este miércoles de que la variante británica del COVID-19 ya está presente en 60 países. Se trata de diez territorios más de los que se tenía constancia de la presencia del virus hace apenas una semana, lo que demuestra que la cepa sigue extendiéndose a pesar de las restricciones de muchos países.
Por su parte, la variante descubierta por primera vez en Sudáfrica ya está presente en 23 países y territorios, o sea tres más que el 12 de enero. Esta cepa, al igual que la británica, es mucho más contagiosa que el virus original y se propaga más lentamente.
La OMS también ha informado de que sigue la propagación de las dos otras variantes surgidas en Brasil, el P1, que apareció en el estado de Amazonas y también se detectó en Japón en cuatro personas llegadas de Brasil, y otra cepa.
«Actualmente hay poca información disponible para evaluar si estas nuevas variantes modifican la transmisibilidad o la gravedad», señala la agencia de la ONU, pero subraya que sus características genéticas similares a las variantes británica y sudafricana hacen que se necesiten estudios adicionales.