Aunque la evidencia al respecto «aún no es fuerte», los primeros análisis indican que la variante británica podría ser un 30% más mortal
La ciencia avanza a marchas forzadas para saber lo máximo posible acerca del nuevo coronavirus SARS-CoV-2, con la dificultad añadida de que el patógeno va mutando. El último hallazgo sobre el virus tiene que ver precisamente con una de sus variantes, la registrada por primera vez en Reino Unido, que apuntaría a que esta cepa es no solo más contagiosa que la original, sino también más letal.
Así lo han apuntado este viernes el primer ministro británico, Boris Johnson, y el ‘Fernando Simón’ del Reino Unido, Chris Whitty, en una rueda de prensa conjunta. «Parece que hay alguna evidencia de que la nueva variante puede estar asociada con un mayor grado de mortalidad», señaló el premier.
Por su parte, Whitty rebajó en cierta medida las palabras de Johnson y señaló que la evidencia al respecto aún no es fuerte. Con todo, Patrick Vallance, asesor científico jefe del Reino Unido, explicó que los primeros análisis apuntarían a que la cepa británica podría ser hasta un 30% más letal y que, para la población de más de 60 años, la mortalidad podría ser hasta un 40% superior.